gasteiz - Los vecinos de la plaza Euskaltzaindia de Lakua están sorprendidos y preocupados por la poca información que tienen ante la pronta apertura este año de la estación de autobuses. Saben que las obras está previsto que acaben en verano, que empresas externas al Ayuntamiento van a gestionar la infraestructura, que la entrada a la terminal será por la calle Donostia y que van a salir a la venta un centenar de plazas del parking. Al margen de estos detalles, "el desconocimiento es total", admite la portavoz del colectivo Euskaltzaindia Plaza Bizia. Ainoa Etxeandia apunta que "como ciudadanos, nos sorprende que el único proyecto estratégico que se está llevando a cabo en la ciudad tenga tan poca transparencia; o bien porque unos no saben o bien porque otros no cuentan toda la verdad, pero no se nos está ofreciendo información", dice.

De hecho, así se lo trasladaron en febrero tanto a la consejera Ana Oregi, puesto que es el Gobierno Vasco quien paga la práctica totalidad de la obra, como a los partidos del Ayuntamiento. "El PP no asistió a la reunión, pero le dejamos una copia del escrito", explica. Ante la falta de respuesta a sus inquietudes, los vecinos insisten en que el gabinete de Javier Maroto les aclare las dudas sobre el futuro funcionamiento de la estación de autobuses que aún mantienen, y no descartan solicitarlo de nuevo por escrito. Sus inquietudes son básicamente tres. En primer lugar, que el Ayuntamiento defina cuanto antes los recorridos que van a hacer los autobuses para acceder a la estación. La entrada será por la calle Donostia, pero se preguntan si la salida empeorará la circulación por las calles interiores del barrio por las que se llega a los garajes de sus casas, ahora básicamente de uso restringido a los residentes. "No queremos tránsito de autobuses por estas vías; que los lleven por arterias principales, como Portal de Foronda y Duque de Wellington, pero que no entren ni en Gabriel Celaya ni en Blas de Otero ni...", reclaman. Y mientras el gobierno de Maroto repite que la apertura de la estación no va a perjudicar el tráfico del entorno, la plataforma no ve claro "cómo no a a afectar tener 300 autobuses diarios circulado por la zona".

Por si acaso, ya han pedido al Gobierno Vasco que mida la contaminación actual de la zona y al Ayuntamiento los niveles de ruido para, de esta forma, poder compararlos con otras mediciones que se realicen cuando la estación esté a pleno funcionamiento. Contaminación y ruido son la segunda preocupación para unos vecinos que ahora viven en un área residencial, pese a la cercanía de la rotonda de América Latina.

Y en tercer lugar, no entienden por qué el Ayuntamiento va a poner a la venta un centenar de plazas del parking de una estación que pagan Gobierno Vasco y Diputación. Una venta a la que no auguran buenos resultados porque, en su opinión, no hay demanda en el barrio. "Los que residimos junto a la estación, dudo de que vayamos a comprar una plaza de garaje porque nuestras viviendas son de 2001, las estamos pagando y ya tienen aparcamiento", manifiesta Etxeandia. Además, no acaban de ver en éste un aparcamiento disuasorio, ya que "nadie va a pagar por dejar el coche ahí cuando a unos metros está el de Portal de Foronda, que es gratuito". Así que, aunque se van a eliminar las plazas en superficie de bulevar de Euskalherria y Rafael Alberti no creen que la solución esté en este subterráneo con capacidad para 307 plazas de vehículos, más 86 para bicicletas y ocho para motos.

Las obras de la estación arrancaron en noviembre de 2012 y está previsto que acaben en verano, aunque no se inaugurará hasta meses después; los vecinos quieren que sea cuanto antes, no entenderían que el edificio esté acabado y no entrara en funcionamiento "hasta la víspera de las elecciones", ironiza Etxeandia, consciente de que en 2015 llegan las municipales.

El parking subterráneo ya está finalizado y también la estructura metálica del edificio, la cubierta y parte de los cristales. En breve se colocará la lámina verde que tapará el inmueble. La nueva estación dispone de 25 dársenas para los autobuses y un aparcamiento subterráneo para 307 coches, 86 bicis y ocho motos, además del vestíbulo de espera para los pasajeros, cafetería y restaurante. Junto a la terminal se habilitará una parada de taxis, entre las calles Jorge Guillén y Dámaso Alonso, y marquesinas para el urbano y el tranvía en bulevar de Euskalherria. De la ejecución de las obras se encarga la unión de empresas formada por Vías y Construcciones y las vitorianas Opacua y Balgorza, a quien fue adjudicado el proyecto por 15.346.540,92 euros sin IVA, cantidad que pagan entre el Gobierno Vasco (catorce millones de euros) y la Diputación de Álava (dos millones y medio). La inauguración de la estación de Lakua traerá consigo la clausura del actual apeadero de Los Herrán, que presta servicio a Gasteiz desde hace más de quince años cuando se derribó la estación de la calle Francia.

Inquietudes de los vecinos. Los residentes de la plaza Euskaltzaindia están preocupados por el impacto de la estación en la contaminación y ruido de la zona y quieren saber ya cuál va a ser el recorrido de entrada y salida de los autobuses.

La portavoz del colectivo vecinal Euskaltzaindia Plaza Bizia se queja de la falta de información de la futura estación que el Ayuntamiento da a los ciudadanos.

Ainoa Etxeandia lamenta que el gobierno de Javier Maroto no se haya reunido con la plataforma.

25

Dársenas para autobuses en la nueva estación de Lakua.

307

Aparcamientos para coches que habrá en el parking de la estación, además de 86 huecos para bicis y ocho para motos.

15,3

Millones de euros, sin IVA, es el coste de la infraestructura.