vitoria - Una vez conocido el informe del interventor municipal en el que se constata que en 2013 se consiguió el objetivo de déficit cero en las cuentas del Ayuntamiento, el portavoz nacionalista, Gorka Urtaran, refrendó ayer que la entrada del PNV en el Presupuesto de ese año ha servido para demostrar que, pese al desigual reparto del ajuste del déficit impuesto por el Gobierno central, se puede conseguir la estabilidad presupuestaria y garantizar los servicios básicos para mantener la calidad de vida de los ciudadanos.

Urtaran valora el informe elaborado por el interventor, un órgano independiente y altamente capacitado para fiscalizar las cuentas municipales. "El hecho de que el Ayuntamiento esté en situación de estabilidad presupuestaria, es decir, que no haya gastado más de lo que ha ingresado es una muy buena noticia", subraya. Acompañado del portavoz jeltzale, Borja Belandia también quiso hacer hincapié en que, a pesar de que el Gobierno de Rajoy cargó el peso de los ajustes para el reparto del déficit sobre los ayuntamientos, y de que la Administración local es la mayor prestadora de servicios, ha sido la que más esfuerzo de ajuste ha tenido que realizar". En esa situación, asegura que fue necesario ordenar el gasto para, priorizando las necesidades básicas, cumplir con los requisitos de estabilidad presupuestaria. "Había que garantizar el presente y el futuro de los servicios prestados sin saltos en el vacío. Y lo hicimos consiguiendo el ansiado equilibrio presupuestario a la vez que se cumplía, al menos en cotas básicas, lo que la ciudadanía nos estaba demandando", señala. Para ello -recuerda-, resultó fundamental la aportación económica del Gobierno Vasco y, en menor medida, de la Diputación alavesa, poniéndose de manifiesto la escasa implicación del Gobierno central con Vitoria. A su juicio, también ha sido relevante la lucha contra el fraude, como elemento que permite mejorar el nivel de ingresos, "repartiendo de manera justa y adecuada a la capacidad económica de cada uno la tributación municipal.

Asimismo, Urtaran compara la situación de 2012 -cuando Maroto retiró el proyecto de presupuestos y utilizó la fórmula de la prórroga- con la de 2013 -cuando PP y PNV pactaron el Presupuesto- para concluir que el año pasado "demostramos que son perfectamente compatibles el rigor económico y la estabilidad presupuestaria del Ayuntamiento con la atención de las necesidades básicas de las personas. En 2012, el alcalde argumentó que los recortes presupuestarios eran necesarios. Sólo un año después se pudo constatar que no es sólo cuestión económica, sino de prioridades políticas". - DNA / Foto: A. Larretxi