vitoria. La prevalencia en el territorio histórico de bandas criminales llegadas del este de Europa se ha convertido en recurrente en los últimos años. No en vano, cíclicamente, los diferentes cuerpos policiales con competencias en materia de seguridad ciudadana dan al traste con la actividad de alguna de estas organizaciones criminales, como hizo la Ertzaintza hace apenas unos años cuando desactivó una célula de ciudadanos georgianos especializados en el robo de viviendas. Ahora, el turno le ha llegado a la Policía Local de la capital alavesa. El pasado lunes varios agentes detuvieron a un joven de 25 años al que acusan de ser el presunto autor de un delito de robo, en grado de tentativa. Al parecer, fue sorprendido mientras se encontraba manipulando la cerradura de acceso a una vivienda del gasteiztarra barrio de Lakua. Según los encargados del caso, el sospechoso es integrante de una banda llegada desde latitudes eslavas para hacer negocio con el asalto a pisos y similares.

Según reseña el citado cuerpo policial a través de una nota de prensa, los hechos que derivaron en el arresto del individuo en cuestión tuvieron lugar sobre las 10.30 horas del día de autos. Entonces, una llamada telefónica al centro de coordinación de Aguirrelanda alertó a la Guardia Urbana de la posibilidad de que se estuviera cometiendo un robo en un bloque de viviendas de Lakua. Dadas las circunstancias, los responsables de la Policía decidieron trasladar al barrio a un recurso que se encontraba en servicio operativo.

Al llegar al lugar, los agentes localizaron a un individuo que trataba de esconderse en una entreplanta. Al ser cuestionado por su actitud, el interpelado no supo dar razón. Entonces, los agentes le cachearon y descubrieron que portaba entre sus pertenencias diferentes ganzúas y elementos similares que, en un principio y según fuentes policiales, estarían destinados a la apertura de cerraduras. Ante las sospechas generadas entre los patrulleros, estos decidieron detener al joven y trasladarlo hasta dependencias policiales, donde se le identificó como I. K., de 25 años.

Agentes de la Unidad de Investigación de Delitos de la Policía Local, en colaboración con la Ertzaintza, continúan con la operación para tratar de detener al resto de integrantes de la banda que se dedicaría al robo en interior de viviendas. Hay que recordar que, desde el mes de octubre, se había detectado en esta zona de Vitoria-Gasteiz un aumento de robos en el interior de viviendas. Según fuentes policiales consultadas, los autores reeditaban un modus operandi, al parecer, muy efectivo. En este sentido, utilizarían un sistema de apertura de cerraduras que no causaba daños a simple vista. A ojos de los investigadores, tal circunstancia revelaría un cierto grado de profesionalidad en sus actos delictivos y una forma de trabajar que coincidiría plenamente con el que estaba usando el joven detenido, uno de los integrantes de una banda del este que se dedicaba a estos hechos delictivos. Tras prestar declaración en el Juzgado de Guardia, el joven fue puesto a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, al objeto de iniciar un expediente de expulsión del territorio nacional, por encontrarse en situación irregular.

Precisamente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía fueron los encargados de desactivar en octubre del pasado año una banda de estas características con un currículum jalonado con golpes en pisos del territorio histórico de Álava. En concreto, la Policía Nacional desarticuló una organización integrada por georgianos, responsable de más de treinta robos en viviendas de Vitoria, Zaragoza, Soria, Huesca, Bilbao y Barcelona. Fueron detenidas alrededor de una decena de personas. Una noticia que no puede pillar por sorpresa en Gasteiz, ya que el pasado mes de septiembre la Audiencia Provincial de Álava acogió un juicio contra dos individuos de los que se sospechaba que pertenecían a una banda de esa misma nacionalidad acusados de asaltar varias viviendas. La organización desarticulada es responsable de al menos 34 robos en viviendas.

Ésta se componía de varias células muy activas e integradas por verdaderos expertos en este tipo delictivo. Para llevar a cabo los asaltos contaban con información de los domicilios proporcionada previamente por empleadas domésticas, así como con la colaboración de un experto en la fabricación artesanal de ganzúas y llaves falsas para facilitar la entrada ilegal. La detención en La Rioja de tres individuos georgianos por el robo de nueve viviendas en Zaragoza hizo sospechar a los investigadores que los arrestados podrían formar parte de un grupo organizado mayor. El perfil de los detenidos, junto al resto de información analizada durante la investigación posterior, señalaba a éstos como una célula itinerante integrada en una organización más compleja y con alta especialización en este tipo de delitos, ya que efectuaban un estudio previo del lugar que iban a asaltar y contaban con útiles diseñados para lograrlo. Joyas, vehículos, móviles, ordenadores, cámaras de fotografía y vídeo... En sus fechorías se llevaban de todo. La Policía logró localizar a otros dos integrantes del grupo organizado que componían otra célula, que fueron sorprendidos en el mismo momento en que cometían un robo en un domicilio de Zaragoza.