¿En qué mejora este acuerdo al suscrito el año pasado?
Lo que demostramos es que se puede hacer política de otra manera, basada en el consenso político y que se puede hacer ciudad de una manera distinta a como lo planteaba el PP. ¿En qué mejora? Más que mejorar, lo que hace es consolidar esa forma de hacer política basada en el acuerdo y que tiene en cuenta las necesidades de la ciudadanía. No hace más que consolidar las políticas que ya pusimos en marcha en 2013, quizá ese es el aspecto de mejora.
En principio con el PSE y EH Bildu no ha habido ninguna, porque partían de un no acuerdo, era una unión temporal del no, así que el margen era mínimo y además se resolvió enseguida. Con respecto al PP sobre todo la negociación partida a partida, acordar cómo distribuimos los recursos genera muchísimo trabajo. Primero porque hay una negociación previa y segundo porque luego hay unos requisitos económico financieros que hay que cumplir. Fundamentalmente ahí se ha visto el trabajo más arduo que hemos tenido que hacer. De todas formas, también hay que valorar la flexibilidad del equipo de gobierno que ha permitido incorporar la mayoría de las enmiendas del PNV y así modificar radicalmente el Presupuesto.
Este Ayuntamiento lleva muchos años funcionando en base a cálculos electorales y así nos va. Así va la política y así va este Ayuntamiento. Yo no sé qué impacto puede tener esto en cuanto al rédito que pueda obtener el PNV, la verdad, nosotros nos preocupamos por hacer las cosas bien y yo creo que este acuerdo es bueno para Vitoria y los vitorianos. A mí lo que me preocupa es que todavía esté instalada en el PSE y en Bildu esa idea de que apoyar al gobierno es hipotecar una posible ventaja política hacia tu grupo. Que no pienses en acordar porque va en contra de tus intereses políticos es una gran irresponsabilidad, y yo creo que eso la ciudadanía lo va a entender perfectamente; esto no es un acuerdo entre dos partidos semejantes o que se produce porque el PNV no tenga un proyecto alternativo, sino que este acuerdo prima los intereses de la ciudad y demuestra que el planteamiento del PNV es completamente distinto al del PP.
No sé cuáles eran las intenciones del PP, pero el deseo del PNV es potenciar la colaboración público-asociativa. En Vitoria hay importante capital social, el tercer sector, muchos movimientos sociales que trabajan en áreas que también competen al Ayuntamiento, y qué mejor que establecer lazos de relación para que entre todos podamos destinar los recursos económicos de forma más eficiente y podamos responder a las necesidades de la ciudadanía. El PP estaba poniendo en riesgo el futuro del capital social de Vitoria y eso va en contra de los principios del PNV. Con este acuerdo garantizamos esa estrecha colaboración entre el Ayuntamiento y los colectivos sociales en todos los ámbitos de intervención municipal, hemos fortalecido esa colaboración.
Yo no me puedo poner en la piel de los demás, pero el deseo sincero y honesto de nuestro grupo era llegar a un acuerdo a cuatro, sería el mejor ejemplo de que los grupos políticos estamos comprometidos con Vitoria en un momento de crisis y necesidad, de que vamos a arrimar todos el hombro. Habría sido el estadio ideal, pero no se ha producido así, no sabemos por qué PSE y Bildu se empeñan en mantener su negativa a alcanzar cualquier acuerdo en beneficio de Vitoria. Había una voluntad de llegar a un presupuesto de consenso, o con el mayor acuerdo posible, pero en este momento hay dos grupos en la oposición que no quieren saber nada del tercer grupo de esa oposición.
Ellos estaban muy cómodos en sus cuarteles de invierno esperando a que llegara el debate de enmiendas, y tuvieron que reaccionar ante nuestra propuesta. La iniciativa de PSE y EH Bildu era una respuesta al planteamiento del PNV. La mejor forma de garantizar el no acuerdo era plantear un Presupuesto imposible y eso es una grave irresponsabilidad. Voy a obviar las faltas de respeto que algunos miembros del PSE y de EH Bildu han trasladado a compañeros de Corporación, no voy a entrar en eso porque soy bastante más educado en ese sentido, pero no se puede permitir que haya dos grupos que intenten engañar a la ciudadanía con un Presupuesto que incorpora ingresos que no se van a poder materializar. Lo dijeron los técnicos de Hacienda, las partidas de gasto que proponían no se podían ejecutar, lo sabían de antemano y eso es engañar a la ciudadanía.
Hay ingresos procedentes del Gobierno Vasco, 1,7 millones de Amvisa, que no ponen en riesgo la estabilidad presupuestaria de la sociedad ni las inversiones que van a realizar, eso que quede claro; y luego hemos incorporado alguna previsión más de venta de parcelas.
En este caso es así. El Plan de Inversiones en Espacio Público se ha reducido cuantitativamente para derivarlo a inversiones acordadas como el centro cívico de Zabalgana, y ahora el PP tendrá que esperar a esa mayor venta de suelo para desarrollar su plan de inversiones. Eso sí, en ningún caso hemos dicho no a su propuesta, hemos dicho sí, pero luego.
Cualquier modificación que se produzca estaba previsto debatirla en la comisión de Hacienda, y sus plazos dependen del funcionamiento de la propia comisión, no sólo de PNV y PP. Esto puede ser un elemento que retrase la toma de decisiones. Por eso se ha planteado que quienes hemos acordado el Presupuesto tengamos las herramientas inmediatas para, en caso necesario, modificarlo, pero no se contempla hacerlo ni por el PP ni por el PNV, entendemos que el Presupuesto se ha redactado desde el rigor.
Es una mezcla de dos cosas, de la presión y el seguimiento férreo del PNV a la ejecución presupuestaria, y por otro lado muchas de las iniciativas requerían un plazo para que el gobierno las pudiera desarrollar y que se han materializado en el último trimestre del año.