el intenso frío y un ir y venir de pequeños chubascos no fueron un problema para que los revolcones del Katxi fueran seguidos por una buena cantidad de personas, aunque en número sensiblemente inferior a el de otros años. Sin embargo, los habituales no faltaron. Así, los auroros, a las cuatro y cuarto de la madrugada, comenzaron el recorrido por las calles del pueblo recitando sus poemas-plegarias, previo lanzamiento del cohete correspondiente. También estuvieron acompañados por la lluvia.
Mejor protegidos por el cartón piedra estuvieron los portadores de los gigantes y cabezudos, que a las once de la mañana se imbuyeron en sus figuras para ir acompañados por la chiquillería por distintos lugares de la villa hasta desembocar en la plaza del Ayuntamiento, donde a las doce del mediodía comenzaron a llegar las autoridades, y se ofreció un aurresku.
Tras ello, a las doce y media, encabezados por los gaiteros, la comitiva, los vecinos y visitantes se pusieron en marcha desde la plaza del Ayuntamiento hasta la iglesia para asistir al primer revolcón del Katxi. Juan José Andoyo representa a este popular personaje que viste ropajes de colores con la leyenda de Fiestas de San Vicente en la espalda. Con un gran respeto por parte de todos los asistentes, y en presencia de las autoridades religiosas, se tumba en el suelo, mientras la abanderada de Oion hace ondear la enseña sobre el cuerpo del personaje, que gira tumbado, revolcándose. Tras ello se pone en pie y lanza la gorra al aire para recogerla posteriormente como una señal para entrar en la iglesia con el fin de asistir a la ceremonia religiosa.
Finalizada la misa se conformó la procesión encabezada por los dantzaris, en este caso dos grupos, y a continuación las imágenes de los santos, para caminar el recorrido habitual, con sus tradicionales paradas para bailar ante los patronos, la última de ellas en la plaza del Ayuntamiento.
La comitiva regresó a la parroquia, tras dos paradas más, una en la plaza y otra en la puerta de la iglesia, donde dejaron a buen recaudo los bustos de los patronos. Mientras, el secretario de la Corporación intentaba que el público dejara un espacio libre frente al nuevo Ayuntamiento para el último acto institucional. La procesión regresó a la parroquia donde depositaron las figuras de los santos y a continuación se regresó a la plaza para los últimos revolcones del Katxi de este invierno.