gasteiz. No es nada habitual que unos padres renuncien a llevar a sus hijos al colegio para denunciar su hartazgo. No es habitual, pero es exactamente lo que ocurrirá hoy mismo en Vitoria. A las 9.30 horas, los niños y niñas del centro escolar de Ibaiondo no retomarán sus clases con normalidad tras las vacaciones. En su lugar acompañarán a sus padres y madres a una concentración convocada a esa hora frente al Gran Hotel Lakua para protestar por un problema que ha llegado a un punto de no retorno. Ya son meses de lucha, y la lucha provoca desgaste. Sin embargo, la AMPA de Ibaiondo no está dispuesta a que el problema con las antenas de telefonía quede abocado al olvido institucional y la desidia social. No quieren que la preocupación por su salud y la de sus hijos quede enterrada por la burocracia, y por eso hoy recuperan su reivindicación, que tiene como epicentro el hotel situado en las inmediaciones del colegio.
Según llevan meses denunciando, la radiación que producen dichas antenas supone un riesgo para vecinos, trabajadores y los niños y niñas que acuden diariamente al colegio ubicado en el barrio de Lakua. El límite que éstas no deberían sobrepasar se ha convertido en el leit motiv de la lucha de estos padres y madres: 0,1 microvatios. Una cifra que quieren sellar a fuego en el Ayuntamiento para que el Ejecutivo liderado por Javier Maroto tome cartas en el asunto definitivamente. No lo ha hecho, ni parece que lo vaya a hacer.
Ya el pasado 18 de octubre, dos de las madres de Ibaiondo acudieron al Pleno municipal para mostrar su preocupación y exigir una solución que no encontraron. En su lugar sólo hallaron un brusco intercambio de palabras con la concejal Idoia Garmendia y el alcalde gasteiztarra. Cansados -ya por el mes de octubre- de que la situación se enquistara notablemente por la inacción municipal, la posibilidad de realizar una huelga empezó a sobrevolar el ambiente de nuevo, como ya hiciera en verano. Aunque en los meses estivales valoraron la posibilidad de convocarla en el primer día del curso, las expectativas de abrir una vía de solución y consenso entre los grupos políticos les dio una esperanza que finalmente quedó en agua de borrajas. Desconvocaron la huelga, pero apenas cuatro meses después se han visto obligados a acometerla de nuevo.
"Todos nos dijeron que se iba a hacer algo y estamos igual", decía en octubre Beatriz Martínez de Antoñana el día de su asistencia al Pleno del Consistorio. Además del Ayuntamiento de Vitoria, tampoco Osakidetza o el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco les ha dado hasta ahora una respuesta que les haya convencido para evaporar sus protestas. Así las cosas, la asociación de padres y madres lleva ya meses con el brazo en alto trabajando en busca de una solución.
51 torres bajo sospecha Entre otras cosas, completaron un mapa con todas las antenas bajo sospecha situadas en la capital alavesa, según el cual existen al menos 51 torres de telefonía que incumplirían la ordenanza municipal. Para la AMPA, la gota que colmó el vaso fue descubrir a finales de noviembre que las radiaciones no sólo estaban disminuyendo, sino que habían repuntado hasta alcanzar valores que, según denunciaban, superaban en quince veces a las recomendadas. Cansados de esperar, padres y madres han decidido elevar su protesta y convocar la huelga que hoy dejará vacías las aulas del colegio Ibaiondo.