Gasteiz. Está claro que para Alfonso Alonso la constitución de la comisión de investigación del alquiler que firmó con Gonzalo Antón no ha sido una buena noticia. Alejado ya de Vitoria y mediada su legislatura como portavoz popular en el Congreso, ha visto como su nombre se ha mezclado con la expresión comisión de investigación en mitad de una marea de indignación ciudadana ante la corrupción política. El proceso iniciado en el Ayuntamiento vitoriano llega además en un momento en el que el PSE ha cuestionado la limpieza de una adjudicación suya, la de la planta de residuos de la construcción de Gardelegi, a una empresa vinculada con la trama Gürtel.
Alonso trató de neutralizar el golpe que le iba a llegar de forma inminente desde su ciudad natal. Según reveló DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA, el portavoz popular marcó el teléfono del Araba Buru Batzar y del Euzkadi Buru Batzar, y se pasó por el despacho del grupo nacionalista en el Congreso, todo con la intención de paralizar la constitución de la comisión.
Sin embargo, no lo consiguió, y los grupos municipales decidieron llamarle a declarar, al igual que hicieron con Gonzalo Antón. Ninguno de los dos dio respuesta alguna, hasta que por fin, hace apenas unos días, el alcalde Maroto anunció que Alonso contestará por escrito a los miembros de la comisión, una posibilidad que contempla este foro municipal y que le evitará al exprimer edil tanto el viaje a Gasteiz como la incómoda fotografía de su entrada a la sala de comisiones.
Para grupos como EH Bildu, declarar por escrito no es suficiente. Su portavoz, Kike Fernández de Pinedo, aseguraba esta misma semana que "su condición de exalcalde de Gasteiz debería ser motivo suficiente para responder en persona a una solicitud de información requerida por la institución en que fue alcalde durante ocho años".
Además, a juicio de la coalición soberanista, "el desarrollo de la propia comisión ha probado que el actual presidente del PP alavés y portavoz del partido en el Congreso de Madrid es el máximo responsable del contrato de alquiler", ya que el propio Maroto reconoció que "en todo caso, la gestión estuvo en manos de Alfonso Alonso".