gasteiz/buenos aires. Llegó el día y la hora esperados por quienes han puesto su esperanza de justicia en el despacho de una juez argentina. Ella, sólo ella, se ha erigido en el soporte para las víctimas a las que el Estado español ha decidido olvidar sin que sus verdugos -los agentes del franquismo y las postdictadura- hayan penado sus delitos, crímenes de lesa humanidad y, por lo tanto, de jurisdicción internacional. En ese sentido, ayer por la tarde -en hora local-, ayer por la mañana en horario de Buenos Aires, la magistrada María Servini de Cubría empezó a tomar declaración a tres de los querellantes que han decidido no rendirse y seguir buscando que el mazo de un tribunal quiebre la impunidad que han tenido hasta la fecha los ejecutores y los autores intelectuales de miles de crímenes cometidos por los aparatos del Estado durante la dictadura y cuando ésta estaba de cuerpo presente. En ese contexto, la juez tomó declaración a Merçona Puig Antich, Andoni Txasko, portavoz de la gasteiztarra Asociación de Víctimas del 3 de marzo, y Pablo Mayoral. Estos acusan respectivamente a los exministros Utrera Molina, Martín Villa y Fernando Suárez.

Precisamente, instantes antes de la declaración de los querellantes, la juez se reunió con una delegación de una treintena de españoles que apoya la causa abierta en Argentina por crímenes del franquismo. Todos ellos trasladaron a la magistrada que avance en la investigación a su cargo para lograr la justicia que "se les debe" a las víctimas y sus familiares. Fueron recibidos en el Palacio de Tribunales, en Buenos Aires, por Servini de Cubría, instructora de la causa abierta en 2010. A la cita acudieron abogados argentinos y españoles, declarantes, querellantes, familiares de víctimas, el diputado por Barcelona de la Izquierda Plural Joan Josep Nuet y diputados integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco.

A la salida del encuentro, miembros de la delegación dijeron a la Agencia Efe estar "satisfechos" con el recibimiento y el compromiso de la juez sudamericana.

Una de las querellantes, Elsa Osaba, explicó que este viaje a Argentina es "para dar un salto de gigante ya que España, el país que tiene esa responsabilidad, no nos oye. Tenemos que venir aquí. Espero que la juez tenga la sensibilidad de acoger nuestras quejas, nuestras demandas y nuestras propias querellas. No queremos venganza ni mucho menos, sino una justicia que se nos debe".

Sea como fuere, Servini libró en septiembre pasado una orden de busca y captura contra cuatro antiguos miembros de las fuerzas de seguridad españolas supuestamente involucrados en delitos de represión durante la dictadura franquista (1939-1975). El pasado viernes el Gobierno español acordó dar continuidad al procedimiento de extradición a Argentina de los dos que siguen vivos, Juan Antonio González Pacheco y Jesús Muñecas Aguilar. Además, en octubre pasado, la juez admitió a trámite la querella interpuesta por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) por el fusilamiento en 1940 de su fundador y presidente de la Generalitat, Lluís Companys, y también lleva el supuesto robo de miles de bebés durante el franquismo.