gasteiz. Toda negociación tiene un punto de inflexión. Un momento en el que las partes se ven obligadas a mostrar sus cartas, en el que las palabras dejan de tener valor y son los hechos los que dictan sentencia. Hoy, las conversaciones entre el Partido Popular y el PNV para encontrar un posible acuerdo presupuestario afrontan uno de esos instantes. Y si el apretón de manos o el adiós definitivo tiene que llegar por algún motivo y tiene que llegar en algún lugar, qué mejor circunstancia que el reparto de doce millones de euros para los pueblos, concejos y cuadrillas alavesas, y qué mejor lugar que el Pleno de las Juntas Generales, escenario -o así debería- de la voluntad popular.
Esta mañana, la Cámara foral acogerá la votación de la enmienda transaccional presentada por el PNV para que la Diputación distribuya entre las entidades locales de Álava los doce millones de euros que en su día estaban presupuestados para la ejecución de obras en el territorio histórico y que, sin embargo, nunca se ejecutaron. Aunque el Gabinete de Javier de Andrés se los guardó en el bolsillo como el que no quiere la cosa para introducirlos en la amortización de deuda, el grupo juntero jeltzale presentó el pasado mes de mayo una moción en la que se instaba a la Diputación a reintegrar ese dinero a las entidades locales alavesas incorporando dicha partida a los Presupuestos forales de 2014 a 2017, con un 25% del total cada año.
Con esta iniciativa, los doce millones se redistribuirán a los ayuntamientos -a excepción del de Vitoria-, municipios, cuadrillas y concejos como parte del Fofel, de forma que dichas entidades pudieran contar en el menor plazo posible con dinero contante y sonante para poder hacer frente a cualquier pago o deuda. Todos los grupos de la oposición mostraron en su momento su apoyo a dicha enmienda, pero según ha podido saber este periódico, el PSE estaría barajando ahora la posibilidad de votar hoy en contra de la moción -por aquello de marcar terreno como oposición-, abriendo la puerta de entrada a un camino por el que el Partido Popular se va a ver obligado a caminar irremediablemente si quiere llegar a su destino, que en su caso es la "ansiada" aprobación -como el propio De Andrés ha reiterado en más de una ocasión- de los Presupuestos forales para el ejercicio de 2014.
Y es que, esta vez sí, el diputado general va a tener que basar su estrategia en hechos. Si vota en contra de redistribuir los doce millones entre las entidades locales alavesas dinamitará las negociaciones con el PNV, que considera clave este punto para llegar al apretón de manos. De hecho, el cambio de rumbo en la postura del diputado general sobre Arasur, que ha pasado de negarse tajantemente a aportar los tres millones que le correspondía poner sobre la mesa a barajar una cifra más cercana a esta cantidad, ha llevado a la enmienda de hoy a adelantar a Arasur en el tira y afloja de las conversaciones.
Buen ejemplo de lo que fuentes conocedoras de la negociación consideran como "grandes avances" es el hecho de que ayer por la mañana Javier de Andrés y Ramiro González, portavoz juntero jeltzale, mantuvieran un encuentro en persona para desatascar las negociaciones, que ya se prolongan durante varias semanas desde que arrancaran el pasado mes de octubre. Teniendo en cuenta que el Partido Popular pasa las horas soñando con encontrar un consenso presupuestario, otra de sus opciones -la más factible ahora mismo si no pretende volar por los aires las Cuentas de 2014- sería abstenerse en la votación de hoy.
De hacerlo, los votos a favor de PNV, EH Bildu y EB dejarían en agua de borrajas el hipotético no del PSE a esta propuesta y la enmienda transaccional tendría finalmente el sello de aprobación de las Juntas Generales, permitiendo a los pueblos y entidades locales alavesas recibir un importantísimo balón de oxígeno en forma de doce millones de euros, a cobrar en los próximos cuatro años a través del Fofel.
La forma de redistribuir esta cantidad era ayer sin embargo objeto de crítica por parte de la Asociación de Concejos de Álava, que aunque mostró su satisfacción por repescar ese dinero para las pequeñas administraciones del territorio, no está conforme con el hecho de que se reparta en el Fofel. "Nos alegramos de esta recuperación de un dinero que pertenece a las entidades locales y que había ido a la cuenta general de Diputación, pero no estamos de acuerdo con la distribución porque esa cantidad debería sumarse a la dotación para el Plan Foral de Obras y Servicios", explicaba ayer ACOA, a la que Javier de Andrés ha eliminado temporalmente la partida presupuestaria de su convenio foral, a través de un comunicado.
pp y pse Así las cosas, con el acuerdo por Arasur más cercano que ayer -quién sabe si menos que mañana-, la votación de hoy en el Pleno de las Juntas Generales dictará sentencia. Si el PSE vota finalmente en contra y el PP aprieta el botón para que la luz se marque en rojo, no permitiendo que la enmienda salga adelante, romperá su negociación presupuestaria con el PNV sin necesidad de salir dando un portazo. Si se abstiene y la luz de las Juntas luce el habitual color naranja del ni sí ni no sino todo lo contrario, el acuerdo para las Cuentas quedará asfaltado a expensas de llegar a un consenso definitivo con Arasur y las políticas de empleo, otra de las prioridades del PNV. En manos de Javier de Andrés queda ahora decidir si quiere seguir negociando con el PNV o, por el contrario, tal vez desee abrir la puerta de la sala de negociaciones al PSE porque, de ser así, la cuerda jeltzale habría acabado rompiéndose definitivamente.