vitoria. No sólo personas mayores o de escasa cultura financiera adquirieron productos bancarios de riesgo en los tiempos en los que parecía que la economía ya sólo podía crecer. También algunas instituciones, como la Diputación alavesa, firmaron contratos con el banco que a corto plazo podían resultar rentables, pero que a la larga han demostrado ser una losa tan pesada como una maleta con 5,4 millones de euros. Esa es la cantidad que ha perdido la institución foral, denunció ayer EH Bildu, por contratar cinco swaps para financiar las obras de la AP-1, que ya sin interés le costaron a todos los alaveses 190 millones de euros.
Los swaps, o permuta financiera, son una especie de seguro que estipula un tipo de interés de referencia. Si el precio real del dinero sube, el contratante pagará menos al banco de lo que le correspondería en un préstamo al uso. Si baja, ocurre todo lo contrario, y eso es lo que ha pasado en Europa en los últimos años. Sin ir más lejos, el pasado jueves se anunciaba una bajada histórica de los tipos de interés al 0,25%, lo que hará perder aún más dinero al ente foral, pues tres de los swaps contratados en su día siguen vigentes y no vencerán hasta 2017, 2028 y 2032, respectivamente.
Este tipo de productos tiene una importante componente de apuesta a futuro. En lugar de someter el producto al vaivén de la economía, se juega todo a una carta, a un color o a un número, y se cruzan los dedos. Si se pasa de 21, si sale rojo en vez de negro o si no aparece el número de la suerte, se pierde, y eso es lo que le pasó a la Diputación, señala EH Bildu, a partir de 2009, cuando el precio del dinero empezó a bajar. En 2006 la institución ganó 475 euros con la operación, en 2007 la cifra fue más interesante, pues Álava se embolsó 620.000 euros y en 2008, el año en el que las finanzas mundiales se derrumbaron, Álava ganó 1,32 millones con su apuesta. Sin embargo, a partir de 2009 las tornas cambiaron y las pérdidas se dispararon para la institución alavesa. En aquel año la Diputación pagó un millón de más, en 2010 fueron ya 2,1 millones, en 2011 otro millón, y el año pasado Álava perdió otros 1,1 millones.
Según explicó ayer el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales, Gorka Ortiz de Guinea, el Departamento de Obras Públicas respondió a la coalición soberanista que la eficacia de las swaps no puede medirse hasta que no vence el contrato. En ese sentido, Ortiz de Guinea destacó que "difícilmente se puede calcular si este producto será ventajoso para la Diputación hasta 2032, lo que está claro es que durante los últimos cinco años le ha generado 5 millones de euros de pérdidas porque los intereses están más bajos de lo que está pagando la Diputación en concepto de interés fijo, y todo apunta que durante los próximos años va a seguir la misma tendencia, esto es, tipos de interés bajos y, en consecuencia, pérdidas para las arcas forales".
La coalición señaló que Gipuzkoa ha demandado a La Caixa y Banesto por los swaps que blindaron la incineradora de Zubieta y reclamó que Álava haga lo mismo.