Se cumplió el vaticinio. La muestra de setas y hongos con la que Amurrio puso el domingo el broche de oro a su décima edición del Mikoturismo Egunak no alcanzó el esplendor, ni en cantidad ni en calidad, de la de la pasada edición. Y es que si en 2012 la Sociedad Micológica Arriola llevó hasta el frontón municipal casi 600 especies, en la presente edición sólo se logró recolectar "391 y saliendo de la comarca, porque aquí, hasta el momento, la temporada está siendo pésima", reconoció Fernando Eguíluz, presidente de la entidad.

Aunque hubo algún hongo recogido en los montes ayaleses, "la mayoría llegó "de otras zonas de la provincia, como de la localidad de Corres, porque casi todo lo de nuestra zona, aparte de escaso, está en muy mal estado". Con todo, en la muestra se pudo ver una interesante selección de la riqueza micológica alavesa, tanto comestible como con escaso valor culinario, e incluso ejemplares tóxicos y mortales. Para clasificar las especies, los micólogos amurrioarras volvieron a contar con la ayuda del experto Alberto Villanueva Zarama, "imprescindible" en esta ocasión. Y es que a la escasez de especies de este otoño se sumó el problema añadido de etiquetarlas de forma correcta. "Desde que hace año y medio cambiaron la nomenclatura en latín de las diferentes familias de setas, estamos abordando la actualización de las más de 1.500 fichas de especies que tenemos en nuestro fondo documental y está siendo una tarea titánica", explicó Eguíluz, quien también animó a "cualquier persona que necesite asesoramiento para estar seguro de si una especie es comestible o no a pedir en la casa de cultura que se nos avise".

La muestra iba a tener lugar en el frontón, pero al final se hizo bajo la carpa cubierta instalada en la plaza Juan Urrutia. "Estaba preparada para la marcha Gorobel, pero como el club de montaña Mendiko Lagunak ha aplazado su celebración al próximo domingo por temor a la mala climatología anunciada, decidimos instalarnos aquí porque es lugar de paso y entra más gente", aclaró Eguíluz. No fue mal sitio. Además, en la aledaña zona peatonal de la calle Larrinaga, el público tuvo a su disposición 22 puestos de productos baserritarras y artesanos. Y en los bares pudo disfrutar del certamen de pintxos elaborados con setas. En total, este año han sido diez los establecimientos participantes, aunque el jurado experto se ha decantado por la creación culinaria en miniatura de la cafetería San Antón.