Vitoria/Logroño. Euskadi y La Rioja ya han constituido la comisión de seguimiento del acuerdo sanitario entre ambas comunidades, que estará integrada por dos representantes de cada autonomía y que analizará cualquier dificultad que afecte a la aplicación de este pacto. Los consejeros de Salud de Euskadi, Jon Darpón, y La Rioja, José Ignacio Nieto, presidieron ayer el acto de constitución de esta comisión y celebraron su primera reunión en Logroño.

El pasado día 12 de septiembre, ambos gobiernos alcanzaron un acuerdo que permitirá que los vascos y riojanos residentes en zonas cercanas a la comunidad vecina puedan ser atendidas por el sistema sanitario de esa autonomía. Los municipios alaveses a cuyos habitantes afecta el acuerdo y por el que recibirán atención especializada en Logroño son los de Rioja Alavesa: Baños de Ebro, Elciego, Elvillar, Kripan, Labastida, Laguardia, Lanciego, Lapuebla de Labarca, Leza, Moreda de Álava, Navaridas, Oion, Samaniego, Villabuena y Yécora. En total, esos municipios tienen 11.500 habitantes, de los que, desde finales del pasado mes de agosto, 3.500 ya han recibido atención en comunidad vecina.

Por su parte, Osakidetza prestará a los ciudadanos residentes en La Rioja servicios de alta especialización, como trasplante renal infantil, cirugía infantil, cirugía de la obesidad, implantes cocleares, algunas técnicas de cirugía plástica y reparado y atención en unidad de quemados, entre otros. De estos servicios especializados, que La Rioja no puede poner en marcha por capacidad demográfica, según explicó Nieto, podrían beneficiarse alrededor de 500 pacientes riojanos. Darpón precisó que Osakidetza prevé que se realicen en cada ejercicio 1.500 consultas, 1.700 pruebas y unos 130 ingresos hospitalarios por estas cuestiones a pacientes riojanos. La comisión de seguimiento ha quedado constituida por el viceconsejero vasco de Salud, Guillermo Viñegra; el director de Asistencia Sanitaria de Euskadi, Antonio Arraiza; la gerente del Servicio Riojano de Salud, María Luz de los Mártires, y el director médico de Atención Especializada de La Rioja, Carlos Piserra.

La creación de esta comisión era, en realidad, el único requisito formal que quedaba pendiente del acuerdo al que llegaron los dos gobiernos y que, inicialmente, tiene una vigencia de tres años, prorrogables anualmente. El documento recoge los mecanismos establecidos en el Sistema Nacional de Salud a través de la gestión del Fondo de Cohesión Sanitaria y del Fondo de Garantía Asistencial para que cada comunidad reciba el coste derivado de estas atenciones.

La herida abierta Con este paso se supone que se pone punto y final a las divergencias abiertas en su día entre ambas comunidades a cuenta de la atención a los pacientes. Por proximidad geográfica, los residentes de Rioja Alavesa han sido tradicionalmente atendidos en La Rioja para casos de urgencia, sobre todo; aunque ese servicio lo abonase Euskadi. Sin embargo, esa solidaridad se rompió cuando el presidente riojano, Pedro Sanz, quiso sacar algo más a cambio y de la noche a la mañana anunció a bombo y platillo que desde ese momento se dejaba de atender a los vascos en los hospitales riojanos.

La crisis abierta sembró de preocupación a los vecinos de Rioja Alavesa hasta que, finalmente, el gabinete de Urkullu decidió reconducir la situación llegando a un acuerdo con La Rioja.