Llodio. Después de escalar en septiembre las paredes de la cueva de La Leze en Araia, el medio centenar de jóvenes de Laudio Ikastola, el instituto Laudio y el colegio La Milagrosa que está tomando parte en la quinta edición del programa municipal Oxigeno Euskarari se embarcará hoy en otra sugerente aventura que, esta vez, tendrá como destino los montes del Duranguesado. El objetivo, ascender al monte Iruatxeta (1.057 metros de altitud) e intentar descubrir los muchos tesoros que encierra, respirando mientras una atmósfera enriquecida en lengua vasca.

Y es que, aunque Iruatxeta es su verdadero nombre, en el montañismo, euskera y juventud van de la mano. "En gran medida ha sido sustituido por el de Izpizte o Ipizte. Un topónimo que, en realidad, hace referencia al lugar de Ipiztekoarriaga, a kilómetro y medio de la cumbre", apunta Félix Mugurutza, el experto en toponimia y técnico del área municipal de Euskera de Llodio de la que ha partido este programa.

Según cuenta la leyenda, unos desalmados asesinaron allí mismo, en el collado de Amillondo, a un obispo transeúnte. En memoria del luctuoso suceso colocaron una estela de piedra que aún puede verse. "Y del nombre apezpiku (obispo) surgió el topónimo Ipiztekoarriaga (la piedra del obispo), y de ahí Ipizte. Pero, tranquilos, que la historia no documenta ningún obispo asesinado en el lugar", asegura Mugurutza para sosiego de los 46 jóvenes que hoy partirán en busca de esta curiosa localización de montaña.

No será la única, ya que el viaje también se aprovechará para que estos oxigenados jóvenes visiten el escondite que en las Guerras Carlistas usó para ocultarse el guerrillero cura Santa Cruz, en las laderas de Iruatxeta.

"Es un lugar de localización extremadamente difícil. Pero una de las ventajas de este programa es que cuenta con unos buenos guías, y con un poco de suerte, además, quizá vean pasar volando a la Dama de Anboto (Mari) ya que Iruatxeta es el balcón más sugerente para observar la montaña de la legendaria divinidad", fundamenta Mugurutza.

Próximo destino La salida será a las ocho de la mañana del instituto y el regreso, desde Olaeta, a las tres de la tarde. Pero con esta apasionante jornada no terminarán las ocasiones para que la juventud laudioarra se calce las botas, ya que el programa Oxigeno Euskarari no finalizará su andadura hasta finales de junio. De hecho, las próximas salidas están previstas para los días 17 de noviembre, 15 de diciembre y 19 de enero y en ellas se ascenderá a las cumbres del Pagasarri en Bilbao, el Babio en el propio Valle de Ayala, y la guipuzcoana Izarraitz-Erlo, respectivamente. Del 16 de febrero al 18 de mayo, las propuestas van desde acudir a la pared de escalada artificial más grande de Euskal Herria (el Rokopolis de Pamplona) o alcanzar la cima más característica de Gipuzkoa: el Txindoki a 1.346 metros de altura, pasando por visitar el costero monte Atxarre en plena reserva vizcaína de Urdaibai, hasta aprender a orientarse en el alavés pantano de Garaio. El broche de oro llegará los días 21 y 22 de junio, con una salida al impresionante hayedo del puerto de Lizarrusti, a través del que los participantes atravesarán el corazón del parque natural de Aralar. Y es que el programa Oxigeno Euskarari -dirigido a gente joven de entre 12 a 16 años- no sólo contempla excursiones montañeras, sino que también ofrece formación complementaria en campos como la astronomía, primeros auxilios, alimentación, cocina, y orientación, de la mano de guías experimentados de la empresa Mendiak eta Herriak. Un proyecto con gran éxito en Llodio.