vitoria. El impulso al euskera contemplado en el Presupuesto de 2013 no lo es tanto, a ojos de los colectivos euskaltzales, cuando necesariamente se busca la comparación. Tras los tijeretazos sufridos a lo largo del año pasado, en partidas destinadas a programas, subvenciones y convenios, la realidad indica que las políticas para potenciar la lengua vasca no es que crezcan sino que vuelven "a los niveles de 2011". Un paso hacia adelante que les suena a marcha atrás y que, por eso, no invita a demasiados aplausos ni agradecimientos.
La semana que viene varias agrupaciones tienen previsto reunirse para valorar, entre otras cuestiones, las partidas presupuestarias de 2013 relativas al euskera. Es uno de los muchos encuentros que vienen celebrando desde que en octubre del año pasado se disolvió el Consejo Sectorial de Euskera del Ayuntamiento, una medida drástica que el movimiento euskaltzale tomó al considerar que este órgano de participación ciudadana había dejado de ser un instrumento válido para tomar decisiones que repercutiesen en la normalización de la lengua vasca en la ciudad. Demasiadas gotas habían ya colmado su vaso, entre recortes en esta materia y las determinaciones adoptadas en torno al Plan de Promoción del Uso del Euskera. Por eso, ahora, su actitud es contenida.
"A lo largo del año pasado nos metieron unas cuantas cuchilladas sin avisar, con recortes hasta en tres momentos distintos", recordó ayer Gorka Arbulu, coordinador en Álava de AEK. Por eso, no es fácil cifrar con exactitud el descenso del Presupuesto destinado a euskera del año pasado, aunque porcentualmente lo calcula en un 30%. Así que la subida del 28,4% que contempla el acuerdo PP-PNV, como mucho compensa el tijeretazo anterior. Nada más. Además, ahora habrá que ver cómo se materializan las distintas partidas, aunque al menos la que corresponde a Arabako Bertsozale Elkartea pone de buen humor a esta asociación. "Volvemos al nivel de 2011, pero estamos satisfechos", subrayó Asier Lafuente, miembro del colectivo.
Una de las asignaturas pendientes que también van a abordar ahora las asociaciones euskaltzales de la ciudad es el Plan de Normalización del Uso del Euskera, que tenía vigencia desde 2008 hasta 2012. "Teóricamente en 2013 hay que hacer otro", apuntó Arbulu. Curiosamente, el que acaba de terminar tenía como principal objetivo el aprendizaje de la lengua vasca por parte de la plantilla municipal, justo ahora que el servicio de atención ciudadana puede ver mermadas las garantías de bilingüismo.