vitoria. Javier Maroto va y viene cada dos semanas. Dijo el 24 de octubre que Vitoria arrancaría sin Presupuesto en 2013 y este lunes su partido aseguró lo contrario. También en octubre presentó una propuesta de ordenanzas fiscales y ayer, quince días después, decidió retirarla para iniciar conversaciones con todos los grupos políticos. El alcalde, consciente de que no iba a lograr acuerdos, se ha visto obligado a suspender la tramitación de su proyecto y ceder a la exigencia de iniciar un debate conjunto de ingresos y gastos para poder sacar adelante tanto los impuestos como las futuras Cuentas. La oposición no estaba dispuesto a apoyar ningún planteamiento del gobierno sin antes acordar en qué se invertirían los fondos y ya había preparado enmiendas a la totalidad del borrador de impuestos, tasas y precios públicos que se iba a abordar mañana en una comisión de Hacienda.
"Estoy acercando posturas para evitar situaciones ásperas. Nunca se ha hecho un debate de ingresos y gastos, y lo vamos a hacer, porque hace falta un clima político diferente", explicó ayer Maroto, en una rueda de prensa improvisada. El PP, no obstante, presenta algunas condiciones. Quedarán fuera del nuevo proceso los impuestos, que se congelan, puesto que el alcalde ya cuenta con el apoyo del PNV en este apartado. "Que no suban es el sentir mayoritario de la Corporación, y es una certeza que no van a subir", subrayó Maroto. También quiere tratar aparte, y llegar a un acuerdo de aquí al viernes, el devenir de la tasa de basuras. Según recordó, este año se aprobó una recarga de este gravamen para las viviendas vacías conforme al criterio del padrón "que se ha demostrado errónea", por lo que confía en corregir este asunto cuanto antes para que el 1 de enero esté en marcha una nueva. Su idea es vincularla al consumo de agua, como en su día ya propusieron los jeltzales.
Así pues, las conversaciones girarán en torno a las tasas, que en el borrador retirado del PP sufrían una subida general del IPC, y a los precios públicos, que subían hasta un 80% en el caso de los cursos de los centros cívicos. El nuevo debate, no obstante, hará imposible que estén listos para el 1 de enero, por lo que se aplicará una prórroga y posteriormente se harán las modificaciones.
El alcalde espera reunirse "cuanto antes" con todos los grupos políticos. "No es para conseguir una foto, sino para ver los requisitos de cada uno, explicar nuestra posición, entender que en algo hay que ceder y llegar a acuerdos". Ahora bien, es seguro que la primera puerta a la que llamará será a la de los nacionalistas.
Hace dos días el primer edil ya lanzó un guiño al PNV. Y lo hizo apoyándose en las palabras de su jefe de filas. "Espero que los líderes del PNV de Álava y Vitoria piensen igual que el señor Urkullu porque es necesario aunar esfuerzos para lograr acuerdos presupuestarios sólidos que favorezcan la estabilidad de las instituciones", dijo en referencia al Gobierno Vasco y el Consistorio vitoriano. El grupo municipal jeltzale no se pronunció, pero tras los últimos acontecimientos ha decidido hacerlo. Hoy dará una rueda de prensa para desvelar su postura. También lo hará Bildu, quien lleva tiempo dando por hecho un pacto PP-PNV, dada la alianza en otros proyectos.