Maeztu. Hay lugares en los que por no adaptarse a las necesidades razonables de los vecinos se pierden industrias o se generan tensiones. En Arraia-Maeztu, como en otros municipios, la institución local mantiene algunos frentes abiertos, pero ninguno de ellos implica al bienestar de los vecinos y a sus expectativas de futuro. En esta localidad de Montaña Alavesa, cuyo alcalde es también presidente de la Cuadrilla, Ángel Marcos Pérez de Arrilucea, se ha realizado una modificación en las mormas urbanísticas, por la que a partir de ahora no será obligatorio que haya cien metros de separación entre los almacenes agrícolas situados en el suelo no urbanizable y el suelo urbano.
La iniciativa partió de un particular de Azáceta, hace ya un par de años, ya que hay lugares en los que no es posible mantener la distancia que establecía el planteamiento urbanístico, bien por la propia geografía del emplazamiento o debido a las necesidades de las industrias locales. Por ello promovió la modificación del reglamento que, desde un primer momento, contó con el apoyo del Ayuntamiento. Éste sólo pedía a quienes tengan planteado ese problema que, para afrontarlo, se tomaran las medidas correctoras en materia de respeto a la biodiversidad y al medio ambiente.
Otra cosa son los pabellones ganaderos. En lo que respecta a éstos, sí será necesario mantener la distancia de cien metros entre suelo no urbanizable y suelo urbano, principalmente por una cuestión de razones higiénicas.
La iniciativa de este vecino de Azáceta fue asumida rápidamente por el Consistorio, e incluso fue aprobada por unanimidad con el apoyo de todos los grupos pmunicipales en el Pleno de Maeztu celebrado el pasado 1 de agosto de 2011. Y es que en las normas subsidiarias había una contradicción, que es la que ahora se soluciona, ya que no tenía sentido que se autorizara la construcción de almacenes agrícolas en suelo urbano sin ninguna complicación y se dejara hacer también ese tipo de instalaciones en suelo no urbanizable pero exigiendo una distancia mínima de cien metros al suelo urbano.
Sin objeciones Dado que la supresión de la distancia de cien metros hasta ahora contemplada es una determinación que entra dentro del campo competencial del Ayuntamiento de Arraia-Maeztu, no vulnerándose ningún precepto legal ni disposición de carácter supramunicipal, la Diputación Foral de Álavano ha puesto objeción alguna.
Eso sí, el Ejecutivo foral, en manos del popular Javier de Andrés, ha recordado al Ayuntamiento de Arraia-Maeztu que, en el ejercicio de sus competencias urbanísticas, debe controlar el impacto paisajístico que las construcciones agrícolas puedan generar al posibilitarse su ubicación en contacto con el suelo urbano. Fuera de esta exigencia, no hay más cortapisas para la ejecución de la nueva norma.