Vitoria. La recién constituida Unión de Vecinos de Álava (UVA), que nace como alternativa a la FAVA, ha denunciado al Ayuntamiento de vetarle en el Pleno municipal que se celebrará hoy, donde la plataforma quería presentar su propuesta en torno a las subvenciones de asociaciones para 2012. Al parecer, el Consistorio alega " un fallo en el sistema de comunicación" para que no puedan participar en el turno popular, una decisión que los vecinos califican de "cacicada".

Según explican en un comunicado, fue la asociación Mariturri-Mendebaldea la que solicitó dentro de plazo y forma su intervención en este Pleno para cederle luego el derecho a la palabra a UVA, que todavía estaba en proceso de creación y por lo tanto no podía pedir hacer uso del turno popular. Sin embargo, recibieron "por sorpresa" la llamada de "una persona sin identificar" del Ayuntamiento que les informó de que la propuesta había llegado tarde por "un fallo en el sistema de comunicación de valijas internos" y que, por lo tanto, no podrían intervenir. "Han hecho una exclusión y cacicada nada propia de un ayuntamiento que dice defender la participación ciudadana", explican desde la plataforma vecinal.

Por todo ello, hoy elevarán sus propuestas a los diferentes grupos municipales. Entre otras cosas, plantean que todas las asociaciones reciban una ayuda mínima por mantenimiento de la actividad semejante a la que el pasado año se realizó para gastos de oficina, teléfono a Internet. Asimismo, UVA solicita que se abra una línea de incentivos o primas de asistencia a los consejos territoriales y sectoriales. "Consideramos que es de justicia que todos los que trabajan para la mejora de esta ciudad reciban algún tipo de recompensa como ya la reciben los concejales por participar con su asistencia en los diferentes consejos de las empresas municipales", apuntan.

La plataforma considera que en el borrador del reglamento se recoge un apartado en el que se practica la censura. En concreto se refiriere a las exigencias de que los colectivos para solicitar ayudas hayan de tener una mínima antigüedad. "No es democrático dejar fuera a las asociaciones legalmente constituidas con el argumento que tiene que cumplir un determinado tiempo de antigüedad. De la misma manera si se siguiese esa línea hoy Bildu no estaría sentada en los sillones de este Ayuntamiento", añade.

En cuanto al número de socios, de los que también habla el borrador de ayudas, UVA entiende que colocar un baremo que sirva para catalogar la importancia de los colectivos "no es sensato y mucho menos justo". "A los partidos políticos no se les sitúa en un catálogo de importancia y mucho menos de representatividad por el número de afiliados, sino por el número de personas que participan el proyecto que representan y en el caso de las asociaciones es imposible de catalogar", añade. En este sentido, recuerda que en los últimos tiempos se han realizado maniobras "oscuras" por parte de ciertas asociaciones para captar socios. "Aprovechando que a algunas personas se les facilitaba un local municipal se les ofrecía a cambio que se incorporarían al colectivo como socios, el sistema está viciado", cree.