Vitoria. Es difícil pretender que la ciudadanía viva ajena a los recortes presupuestarios si el Ayuntamiento elimina servicios municipales para cuadrar sus cuentas y deja de cubrir los puestos de trabajo vacantes. Es una cuestión de efecto dominó: esas decisiones precipitan la destrucción de empleo público, amplían la carga de la plantilla y finalmente disminuyen la calidad del resto de prestaciones. Por eso, los funcionarios de Vitoria se han puesto en pie de guerra. "Vamos a iniciar una campaña para hacer ver a la sociedad gasteiztarra que la tijera aplicada por el equipo de gobierno va en contra de la propia prestación de servicios", anunció ayer el comité de empresa.

La desaparición de pluses y la congelación de los salarios ha pasado a un segundo plano desde que el gabinete Maroto presentó su proyecto presupuestario. "Ya no se trata de un problema económico de los funcionarios. Ahora estamos hablando de que se ha iniciado el camino hacia la destrucción de empleo público, de los servicios y su calidad", subrayan los representantes sindicales. La lista de recortes que, a su juicio, pueden llevar a este escenario afecta a ámbitos tan dispares como las prestaciones sociales, los centros socioculturales de mayores, la limpieza, la gestión del Casco Viejo, la medicina deportiva o la cooperación al desarrollo.

Uno de los casos más flagrantes de destrucción de puestos de trabajo con efecto directo en la ciudadanía es, según el comité de empresa del Ayuntamiento, la supresión del centro municipal de medicina deportiva de Mendizorroza. Cuatro empleados se van a ver afectados por esta decisión del equipo de gobierno, a no ser que en el debate de enmiendas algún grupo político fuerce la recuperación de la partida. Y, por ende, cientos de familias sufrirán en sus carnes la pérdida del servicio.

Al comité de empresa también le chirría el cierre ya consumado de la Agencia para las Asociaciones y el Voluntariado Erdu, dependiente del Ayuntamiento de Vitoria, que echó la persiana en diciembre tras años de trabajo de información y tramitación de recursos para asociaciones y captación de voluntarios y personas con inquietudes solidarias. "Se ha dejado en la calle a ocho personas y algunos de los servicios han pasado a ser realizados por tres directoras de escuelas infantiles. ¿Qué tiene que ver ese cargo con estas funciones? La prestación va a ser otra", criticaron los representantes de los funcionarios, quienes también se preguntan por el devenir de los cuatro trabajadores de la Agencia para la Revitalización Integral de la Ciudad Histórica que no son funcionarios ahora que la sociedad pública está a punto de disolverse. "¿Van a pasar a Ensanche 21? Hay una gran incertidumbre al respecto".

Los representantes sindicales también siguen muy de cerca el devenir de los ocho empleados que trabajan como conserjes en cuatro centros socioculturales de mayores. Según explicaron, el gabinete Maroto ha elaborado un pliego de condiciones para la subcontratación de este servicio que les deja fuera de juego a pesar de que con el nuevo modelo "el Ayuntamiento se gastará más dinero" en el mismo número de personas. Asimismo, el comité de empresa se lleva las manos a la cabeza por la gestión relativa a la limpieza del centro Ataria. "Se ha sacado gente de centros cívicos algunos días de la semana para que limpien este espacio, con lo que la calidad del servicio se está viendo resentida", criticó. Y todo esto por no hablar de que "ya no se están sustituyendo ni las bajas laborales, ni las jubilaciones".

Así pues, tras la asamblea celebrada ayer para poner en común la situación, los funcionarios han decidido ponerse manos a la obra. "Vamos a realizar una campaña informativa dentro de la casa y en la calle para transmitir el efecto de los recortes en la ciudadanía. Y también seguiremos con las concentraciones en los actos oficiales", resumió el comité de empresa, que no descarta movilizaciones mayores. Ahora sí, está a punto de agotársele la paciencia.