Vitoria. La llegada del año nuevo no ha sido suficiente para que cambien las preocupaciones de los concejos de Vitoria. Los pueblos temen que, dada la crítica situación económica, los presupuestos de Javier Maroto se olviden de la zona rural, un año más. Y así se lo han hecho saber a los concejales de Bildu Kike Fernández de Pinedo y Antxon Belakortu, que el pasado viernes se reunieron con 15 representantes de una docena de juntas administrativas del municipio en la Casa de Juntas de Elorriaga. Y la sesión, participativa y reivindicativa, concluyó con la misma sensación de siempre: que Vitoria no tiene en cuenta la idiosincrasia de los 63 núcleos rurales que bordean la ciudad.

Aberasturi, Mendoza, Betoño, Mendiguren, Miñano, Oreitia... fueron algunos de los concejos que se sentaron a la mesa para, después de dos horas, constatar cómo desde las entidades locales también se ve un panorama muy gris. Aseguran que apenas tienen ingresos, una "mala" situación económica de la que únicamente se salvan aquellos que tienen suelo para vender. Por eso están ansiosos por saber qué va a pasar con la partida presupuestaria destinada a la zona rural.

La incógnita se despejará esta misma mañana, cuando el concejal de Hacienda, Manu Uriarte, desvele el reparto de los dineros con los que cuenta Vitoria para 2012. Mientras tanto, la coalición abertzale ya se ha comprometido con los pueblos del municipio a trasladar sus demandas al Ayuntamiento, con un doble objetivo. De un lado, cambiar la forma de actuar y relacionarse que hasta ahora ha tenido el Ayuntamiento con sus pueblos, empoderando el papel de las juntas administrativas y extendiendo a la población rural la oferta de actividades de las que ahora disfrutan los vecinos de la capital.

De otro lado, aprovechar el tirón de la Green Capital para invertir en la conservación de los espacios naturales del entorno gasteiztarra, sus infraestructuras, y aparcar la construcción de nuevas viviendas en entidades como Gamarra, Berrostegieta y Elorriaga. "No vamos a permitir que con la excusa de que no hay dinero no se les tenga en cuenta o se les trata, como ellos mismos dicen, como ciudadanos de segunda", apunta el portavoz de Bildu.

Poder para las Juntas Ejes de trabajo que tendrán que materializarse en actuaciones concretas. Por ejemplo, ejecutar las obras comprometidas que aún no se han hecho en materia de fosas sépticas y aguas residuales. O establecer un programa itinerante de actividades destinadas a la tercera edad, adultos, jóvenes y niños, similar al que se desarrolla en los centros cívicos de Gasteiz, para que los pueblos estén vivos, sus gentes se relaciones y tengan un mínimo de calidad de vida. Vitoria siempre ha alardeado de su entorno rural, una riqueza que no tienen ciudades hermanas como Bilbao y Donostia. Sin embargo, a la hora de la verdad, "la ciudad vive de espaldas a ellos", reconoce Fernández de Pinedo. En este sentido, el portavoz de Bildu tiene claro que es necesario dotar de capacidad de decisión a las juntas administrativas, que desde hace cientos de años se han organizado para gestionar sus recursos. "Ellos conocen las necesidades de sus pueblos mucho mejor que el técnico que gestiona desde un despacho de Gasteiz", señala.