vitoria. Las rampas mecánicas del Casco Viejo se ponen por fin a tono. Ayer, el Ayuntamiento gasteiztarra inició la sustitución de los 46 cristales rotos -todos por actos vandálicos, salvo uno- con el propósito de que los tapices vuelvan a lucir como nuevos el lunes de la próxima semana. Además, finalizada esta labor, a lo largo del puente se procederá a la limpieza integral de las escaleras. El aseo vuelve a ser más que necesario, tras la desinfección llevado a cabo justo antes de las fiestas de La Blanca. La doble puesta a punto de las rampas mecánicas de los cantones de San Francisco Javier y la Soledad no conllevará ningún coste para las arcas municipales. La sustitución de las lunas de ambas infraestructuras, presupuestada en 22.790 euros, está cubierta por el seguro. Y la limpieza exhaustiva de los tapices, cuyo inicio y duración va a depender de los caprichos de la meteorología, corre a cargo de las empresas que han reformado las calles del entorno. El estado de los cristales de las rampas mecánicas ha dejado mucho que desear desde la puesta en marcha de estos accesos a la cima de la colina gasteiztarra. Las quejas de los vecinos han sido continuas, sobre todo por la acumulación de hojas y suciedad en la cubierta. Además, los tapices han llegado a tener como compañeros de viaje una zapatilla o un paquete de mensajería. Y no un día o una semana, sino incluso meses. ¿El motivo? El contrato, que durante la pasada legislatura contemplaba la limpieza de los tapices una o dos veces al año. Por eso, al tomar la vara de mando, el equipo del gobierno del PP decidió hacerlo fregona en mano. Por un lado, ordenó la operación de la limpieza prevista para el final de la reforma de las calles -anunciado en septiembre- a antes de las fiestas de La Blanca. Y, por otro, determinó que la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica sea a partir de ahora la encargada del aseo con una partida específica dentro del presupuesto destinado a la sociedad municipal. Con esta medida, ya no habrá excusas para que las rampas ofrezcan una imagen digna.