Vvitoria. Una feria itinerante del disco, vinilos y otras rarezas cobra siempre una entrada a sus clientes sólo por acceder al recinto; desde la organización aseguran que la medida, aunque impopular, ahuyenta a los curiosos y asegura que los asistentes estén dispuestos a comprar. El Ayuntamiento de Vitoria parece haber adaptado esta filosofía a los concursos de VPO, aunque con salvedades. La principal diferencia es que el Consistorio devolverá el importe a los concursantes no premiados o lo descontará del pago a los futuros propietarios, pero sí exigirá el abono de una fianza en cada rifa. En concreto, 100 euros para participar y otros 200 si finalmente se es adjudicatario. El cambio obliga a meditar la participación en un concurso, ya que en caso de renuncia sí se perderían esos 100 euros.

La medida se aplicará en los dos próximos sorteos de vivienda protegida -que tendrán lugar el 20 de enero-, a los que anteayer dio luz verde el consejo de la sociedad municipal Ensanche 21. Este cambio de las bases salió adelante con los votos favorables de PP y PNV, la abstención de Bildu y la oposición del PSE, motivada por las reticencias a cambiar los requisitos para acceder a una VPO. El grupo socialista prefería que, en lugar de los cinco años de empadronamiento, fueran de tres, aunque tampoco vieron con buenos ojos el cobro de la fianza.

Este pago, no obstante, será pronto una realidad. El equipo de gobierno quiere ponerla a prueba en los dos nuevos sorteos y no descarta realizar modificaciones, pero por el momento ya se ha convertido en un nuevo requisito para acceder al sorteo. Así, todos los adjudicatarios deberían abonar en una cuenta habilitada para cada sorteo 100 euros para figurar en esos listados y otros 200 si se convierten en adjudicatarios. Esa suma de 300 euros sería después descontada del pago de la vivienda. Y, si la suerte no sonríe al demandante de vivienda, se le devolverían esos 100 euros. Aunque, en un nuevo sorteo, tendría que volver a abonarlos para participar. Y, en caso de renuncia de un adjudicatario, el dinero de la fianza no se devolvería.

El alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, insistió ayer en conferencia de prensa en que no se trata de una nueva tasa ni de una medida con afán recaudatorio, sino de una fórmula con la que se quiere asegurar que "quien se apunte a un concurso, quiera la vivienda". El dirigente detalló que, en la actualidad, la mitad de los adjudicatarios de una VPO acaba renunciando a ella. Y lo atribuyó a los problemas para obtener financiación, pero también a que hay personas apuntadas de forma permanente en las listas y que "a veces ni se acuerdan de que lo están".

En la actualidad, Vitoria cuenta con 6.000 personas apuntadas en Etxebide, pero fuentes municipales calculan que, en realidad, sólo alrededor de 1.000 se apuntarían al siguiente sorteo.

Esta situación al final complica el proceso y, según expresó el alcalde, genera "chascos" a personas que en un primer momento no resultan adjudicatarias aunque sí deberían haberlo sido "desde el primer minuto". En definitiva, se trata de purgar el sistema, aunque también obligue a las personas que optan al sorteo a movilizar, aunque sea temporalmente, su cartera.