Las fórmulas para combatir la crisis pueden llegar a ser antagónicas. Bien lo saben los vitorianos. En las pasadas elecciones despidieron a un equipo de gobierno, el socialista, que trató de convencerles de que endeudarse en un proyecto de descomunal factura, el BAIC, era lo mejor que le podía pasar a la ciudad para salir reforzada de la época de vacas flacas. Muchos desconfiaron y el gabinete de Javier Maroto devoró los votos de los incrédulos. Sin tiempo para digerirlos, hundió para siempre el plan estrella de Patxi Lazcoz y anunció una legislatura de recortes y actuaciones discretas. ¿Como el día y la noche? Sí... Y no. Sea cual sea el modus operandi del alcalde de turno, el Consistorio siempre se cuida de mantener una costosa red legal de asesores personales y sociedades privadas de participación pública. En algunos casos, con sueldos superiores a los del presidente español.

Curiosamente, cuando los políticos abordan la necesidad de reducir el déficit público a través de su plantilla, la tijera no suele apuntar hacia ese conglomerado de hombres leales y altos cargos. Prefiere mirar hacia los funcionarios del resto de servicios. En la pasada legislatura, el gabinete Lazcoz decidió cumplir el decreto anticrisis de Zapatero eliminando el complemento de prestación en caso de baja laboral de la plantilla municipal. En estos poco más de cien días de gobierno popular, Javier Maroto ha rematado el enfado de los trabajadores al quitarles varios pluses y anunciar algunos recortes en Tuvisa que podrían afectar a los conductores. El comité de empresa está harto. Dice que al final, sean razonables o no los reajustes, pagan los de siempre. Los empleados rasos.

Los representantes sindicales cuestionan también la necesidad de esa estructura adjunta al Consistorio. A su juicio, los asesores, que pueden ganar en torno a 60.000 euros anuales, hacen tareas ya asignadas a funcionarios, por lo que vacían a éstos de contenidos alimentando su mala imagen, dando la sensación de que están desocupados porque quieren. En el caso de las sociedades municipales, un partido ha decidido poner las cartas sobre la mesa: Bildu. Ha solicitado que desaparezca Ensanche 21, el organismo encargado del desarrollo urbano de la ciudad, para ganar en transparencia y aumentar el control democrático en materia de vivienda. De momento, nadie le ha hecho caso, aunque el concejal de Urbanismo, Miguel Garnica, ha asegurado que Ensanche 21 compartirá sus competencias con el área que él dirige y con Medio Ambiente. ¿Eso significa que el año que viene el gerente cobrará algo menos que los 146.820 euros de su nómina actual?

Si la cifra le ha sorprendido, siga leyendo. Todos los datos que se van a exponer a continuación son públicos y están recogidos en los Presupuestos de 2011. Hay sociedades municipales llenas de jefaturas, llamativas diferencias de sueldos entre los altos y bajos cargos, y nóminas que hasta superan los sobresueldos de dirigentes españoles del PP. Si es cierto que Maroto quiere "hacer más con menos", éste podría ser su laboratorio. Sobre todo ahora que se acerca el momento de confeccionar las Cuentas que regirán el destino de la ciudad durante el próximo año y, con él, el de la gran plantilla municipal.

ensanche 21

El trabajador más caro

Algo tiene el incombustible gerente de Ensanche 21 para que los cuatro alcaldes de la democracia hayan confiado en él. Ni siquiera su defensa del BAI Center o del proyecto socialista de redensificación le ha pasado factura con el regreso del PP al frente del Consistorio. Alfredo Piris sigue al mando de la sociedad encargada de la expansión urbana de la ciudad con una nómina sólo comparable a la lealtad política que le prodigan: 146.820 euros al año. El presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, cobra 78.185. Mariano Rajoy, como presidente del PP, 98.225.

En el segundo puesto de la lista aparecía hasta su despido el director del BAI Center, José Ramón Villar. Los Presupuestos contemplaban para él una nómina de 122.050 euros brutos al año, una cifra en la que curiosamente ya iba incluido tanto el sueldo fijo como el tope de primas que se había establecido si lograba objetivos palpables. No obstante, incluso con su marcha el dinero que el Consistorio se gasta en personal sigue siendo importante. En esta sociedad hay cuatro directores, con un sueldo de 84.237,50 euros por persona.

La cúpula, con Villar incluido, suma más del 50% del total de los salarios de Ensanche 21: 1,066 millones de euros. El resto se divide entre otras 18 personas. Un reparto muy alejado de lo que los ciudadanos con ideales llamarían justicia social.

arich

Más jefes que empleados

Impulsar el Casco Viejo de Vitoria parece ser una tarea de alta alcurnia. En la Agencia de Revitalización Integral de la Ciudad Histórica, hay más jefes que empleados. En concreto, un gerente, cuatro directores y tres jefes de área frente a seis empleados (cuatro administrativos, un vigilante y un aparejador). Es un caso singular en la estructura de las sociedades municipales de la ciudad, por lo que toca preguntarse si la lista de altos mandos está sobredimensionada o si es que falta base en la pirámide.

El gabinete de Javier Maroto no ha adelantado sus intenciones respecto a la Arich ahora que el gerente y rostro de la sociedad, Gonzalo Arroita, está a punto de marcharse. Sólo ha anunciado su intención de encontrar a alguien que, con suerte, sea del gusto de todos los grupos municipales. Una decisión que podría conllevar una revisión del salario de esta figura. El líder del proyecto de revitalización de la colina medieval no necesita hacerse agujeros extra en el cinturón: ha cobrado 99.904,54 euros brutos al año durante tres ejercicios. Es, evidentemente, el que más gana de toda la Arich, aunque dentro de la plantilla hay otras nóminas muy apetecibles. Cinco de los siete jefes se embolsan 55.293 euros al año.

tuvisa

Comparaciones odiosas

El Plan de Movilidad Sostenible revolucionó la red de Tuvisa, con un servicio más eficaz que cubre casi todos los barrios para mantener conectada la ciudad. Una simetría que desaparece cuando de política salarial se trata. La diferencia entre lo que gana el gerente y el resto del personal es de las más llamativa de todas las sociedades municipales. El sueldo de Javier Latorre duplica al del más del 90% de la plantilla, formada por 361 trabajadores de los que 291 son chóferes, diez vigilantes del parking Artium y 17 conductores de grúa.

Las personas que sacan Tuvisa a la calle están acostumbradas a la diferencia, pero no tienen intención de aceptar con buena cara los recortes anunciados por el gabinete de Javier Maroto. Al poco de tomar las riendas de la ciudad, el alcalde gasteiztarra habló de reducir en cerca de un millón y medio de euros la aportación del Consistorio a esta empresa. Al tiempo, los trabajadores supieron que parte de esta disminución del gasto llegaría a través de sus nóminas, ya que el ejecutivo del PP plantea una bajada de sueldos de los empleados cercana al 2,5%. Según los conductores, hay otras fórmulas para disminuir los costes de Tuvisa, como modificar algunas frecuencias los fines de semana o replantear líneas. Entre las propuestas no ha aparecido rebajarle el sueldo al jefe.

amvisa y gilsa

Mundos aparte

La estructura salarial de Amvisa es un mundo aparte. En esta sociedad municipal no llama la atención el salario de su líder, de 42.539 euros brutos anuales -aunque en realidad son dos- ni abundan los directivos. Lo curioso de la empresa es que los que se llevan el gato al agua no son necesariamente los que ostentan los cargos más importantes. La lectura de los Presupuestos de 2011 desvela que hay jefes de área A que cobran 13.000 euros brutos anuales más que el gerente y auxiliares administrativos que ganan 6.000 euros brutos más que los administrativos. Un aparente desbarajuste en una plantilla formada por 77 personas.

En Gilsa es imposible que se den situaciones así porque sólo la conforman dos personas: un gerente, que se embolsa 68.534 euros al año, y un gestor administrativo. Bueno, o la componían. El PP acaba de contratar a dos nuevos trabajadores, un abogado y un administrativo, que suman 95.000 euros más al año. No sorprende la ampliación de la microsociedad, ya que justo la semana pasada el alcalde había desvelado su deseo de potenciar este organismo nacido para estimular la inversión industrial mediante la venta de suelo urbanizado y de usarlo como foro político en el que debatir propuestas durante la legislatura. Un interés que exige más recursos humanos.

personal eventual

La confianza se paga

Hay labores que un político sólo se atreve a asignar a hombres y mujeres de confianza. Profesionales que entran y salen del Ayuntamiento gasteiztarra en función de los resultados electorales. Sólo unos pocos son invulnerables a los cambios de color, como el apasionado director del gabinete de comunicación y protocolo del Consistorio, Josu Alberdi. Llegó de la mano de Alfonso Alonso y tres alcaldes después sigue en su puesto. Un reconocimiento a su savoir faire cifrado en 68.705 euros brutos al año.

La lista de personal eventual recogida en los Presupuestos de 2011 incluye otros ocho cargos, algunos ya sin representación física por la entrada del PP en la Alcaldía. En cualquier caso, merece la pena citar algunas de las nóminas para constatar el interés de los partidos políticos por confeccionar un colchón de lealtad. El asesor de alcaldía de Patxi Lazcoz ganaba nada menos que 62.050 euros al año; el resto de asesores, 54.000 por persona; el jefe de gabinete. 65.000; la figura de técnico superior, 55.000; y la de técnico medio, 47.428 euros.

Mención aparte merece el Síndico. En 2012, Javier Otaola habrá cumplido cinco años como defensor del vecino, así que los grupos municipales deberán decidir si le reeditan en su cargo por tercera votación consecutiva -en el caso de que vuelva a presentarse- o si es preciso introducir aire fresco en el edificio Ópera de la calle San Prudencio. Los interesados en aspirar a este puesto de trabajo deben saber que preservar a los vitorianos del abuso del Ayuntamiento, controlar la actuación del poder municipal y ser receptor de las inquietudes ciudadanas son funciones valoradas a día de hoy en 86.281 euros brutos al año. Si Zapatero asomara la ceja...