Vitoria. No corren buenos tiempos para las arcas municipales y eso se traduce en una merma de ingresos para el erario público. Así que el Ayuntamiento ha decidido, de cara al próximo ejercicio, congelar los impuestos, pero revisar todas las tasas y precios públicos -unas al alza y otras a la baja- para adaptarlas a la realidad actual, según explicó ayer el concejal de Hacienda, Manu Uriarte. Y ello conlleva cobrar al ciudadano un precio acorde al servicio que se presta.

Un claro ejemplo está en el canon de la basura. Ahora se paga en función de los metros cuadrados de la vivienda -43,16 euros en casas de hasta 120 m2-, sin tener en cuenta otros parámetros como la cantidad de desechos que se generan o si los residuos se reciclan o no. Un sistema "anticuado" para el edil de Hacienda que hay que "modificar".

La mayoría de los ayuntamientos cobra por los servicios que presta menos de lo que le cuestan. En Euskadi, el 50%, aproximadamente, porcentaje que en el caso de Gasteiz se reduce al 35%, según Uriarte. Una situación que unida a la crisis que acecha a las instituciones públicas da como resultado un anuncio de recortes que en el caso de la capital alavesa ya comenzaron con la paralización del BAI Center y del Gasteiz Antzokia y continuarán en otras partidas como, por ejemplo, la destinada a Montehermoso.

En el caso de las tasas y precios públicos. el máximo responsable de la Hacienda municipal tiene previsto presentar un plan de actualización de precios al resto de partidos en la ponencia de fiscalidad. Un foro que, aunque lleva tiempo en funcionamiento, "debería empezar a tomar decisiones". Hay recibos, como el del agua, que ya tienen su propio calendario de subidas, marcado por la UE. Otros en cambio, hay que actualizarlos. "Habrá tasas que suban y otras que bajen porque queremos cobrar por el precio del servicio no a mano alzada", explica Uriarte. El concejal es consciente de que los próximos meses van a ser difíciles en materia económica y antes de hacer cuentas ya vaticina que mermarán los ingresos procedentes de la Diputación (7,5 millones menos), así como los beneficios obtenidos por la venta de suelo, lo que repercutirá en los presupuestos de 2012 que los populares tendrán que negociar a finales de año con el resto de fuerzas políticas de la oposición.