Vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria incumplió en 2010 las previsiones que se recogían en su plan de estabilidad. Este documento contemplaba cerrar el pasado ejercicio con una diferencia negativa de unos 12,2 millones entre ingresos y gastos pero, finalmente, fueron algo más de 47,4 millones, según se recoge en un informe del interventor general. Esta cifra obliga al Consistorio a reajustar su propio plan, que se mantiene hasta 2013, para que se llegue a ese año cumpliendo las previsiones acordadas. De lo contrario, Vitoria ya no podría endeudarse.
El propio interventor, órgano de control económico del Ayuntamiento, presentará mañana este documento en el que la conclusión es clara: el plan de estabilidad se ha incumplido y deberá reajustarse para cumplir los objetivos marcados. Este plan económico-financiero se aprobó en Pleno el 22 de marzo de 2010 con el objetivo de garantizar la estabilidad presupuestaria del Ayuntamiento en el periodo de 2010 a 2013. Para garantizar su cumplimiento, el interventor debe preparar un informe sobre los gastos e ingresos de las arcas municipales, así como de diversos de sus organismos y sociedades. Y el informe de 2010 no es bueno. De hecho, ahonda en el debate sobre la cantidad de gasto corriente -el de Personal, por ejemplo, lo es- que asume el Consistorio y que no se ve respaldado por el nivel de ingreso corriente, como son las tasas e impuestos.
El interventor explica en el informe que, en el plan de estabilidad aprobado, se contemplaba que en 2010 el desequilibrio entre gastos e ingresos fuera de 12,2 millones negativos, en 2011 de 14,6, en 2012 de 34,4 y, ya en 2013, el saldo por fin sería positivo en 250.000 euros. Sin embargo, tras la liquidación del primer ejercicio, el objetivo inicial no se ha cumplido: el documento detalla que, en lugar de esos 12,2 millones previstos, el desequilibrio llegó a 47,4 millones, una cifra engrosada principalmente por los gastos del propio Ayuntamiento -29,15 de más-, de la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica -ahí se falló en 1,5 millones- y en los ajustes previstos -más de 19 millones-. Por otro lado, el mismo informe destaca el buen estado de salud económico de las arcas de Ensanche 21 y de Amvisa, pero no de Gilsa, cuyo desfase con respecto a lo calculado en 2010 supera los 534.000 euros.
El ajuste Estos resultados, según señala el propio interventor, obligan ahora al Consistorio a ajustar su plan de estabilidad. En principio, eso pasaría por reducir el gasto corriente o aumentar los ingresos, pero llegar a 2013 con los cálculos acertados es clave ya que, de lo contrario, el Ayuntamiento necesitaría un plan de saneamiento. La situación, según apuntan fuentes del equipo de gobierno, sería preocupante, ya que Vitoria no podría endeudarse, de ahí que el gabinete Maroto justifique haber iniciado la legislatura anunciando ajustes para llegar a las previsiones de gastos e ingresos acordadas. Desde el PSE, mientras, defienden que este informe no hace sino respaldar varias de los ajustes impulsados durante las pasadas legislaturas, y que deberán adoptarse durante la actual para solventar un problema que, insisten, es estructural en el Consistorio.