Vitoria. Nadie conoce mejor el estado de una calle que sus vecinos. Por eso, hace unos años el Ayuntamiento de Vitoria decidió otorgar a los ciudadanos potestad para destinar parte del Presupuesto a las reformas que ellos considerasen prioritarias. Surgió así Zure auzoa hobetuz/Mejorando tu barrio, un programa que ha funcionado a trompicones por culpa de la crisis económica, pero que también fue ganando peso de la mano del gabinete de Patxi Lazcoz. El balance de la legislatura socialista: 7,75 millones de euros para catorce proyectos, de los que ocho ya se han ejecutado, tres están en plena fase de ejecución, uno acaba de adjudicarse y otros dos quedan en manos de la nueva Corporación municipal.
El año 2008 empezó con cambios en el programa de participación vecinal a pie de calle. El PSE acordó que el poder decisorio de los barrios se reflejara en el 15% del Presupuesto de Vía Pública destinado a inversiones y no en el 10% que había marcado el PP. El aumento del porcentaje se tradujo en 1,051 millones de euros, una cantidad que permitió llevar las máquinas a tres calles: Los Tilos, Txarrakea y Badaia. Eran reformas indiscutiblemente necesarias, aunque la primera, en Abetxuko, trajo cola. En 2009 aún no habían finalizado los trabajos, y no había semana en el Ayuntamiento que no se hablara de esta actuación. Los vecinos denunciaron en un sinfín de ocasiones deficiencias en la reforma y riesgo de inundaciones. Protestas que culminaron con algunos cambios en el proyecto que permitieron apaciguar los ánimos de los residentes.
En 2009, el gabinete Lazcoz sumó otro 5% al presupuesto destinado a Zure auzoa hobetuz. La inyección le permitió contar con 2,89 millones de euros. Una cantidad que se destinó a cinco actuaciones: la sustitución del alumbrado del puente de la calle Santiago, la reforma interior de la calle Ariznabarra y las mejoras de Castillo de Ocio, Txistularis y Cuadrilla de Salvatierra. No obstante, la lista de obras prioritarias decididas por las asociaciones vecinales a través de los consejos territoriales incluía otras catorce. Y, teniendo en cuenta los antecedentes, todas ellas estaban destinadas a seguir coleando en ejercicios venideros a no ser que el Ayuntamiento las incluyera en el presupuesto de algún departamento. Por eso, el equipo de gobierno socialista cambió las normas.
En vez de volver a retomar desde cero el proceso de participación en 2010, el gabinete Lazcoz tiró de la lista de reformas que no habían podido ejecutarse el año anterior. Y, como había prometido, también aumentó otro 5% el dinero de Vía Pública destinado al programa. Claro que como el presupuesto del departamento fue bastante más exiguo porque se aprovechó el Plan E para ahorrar, los ciudadanos tuvieron que conformarse con 1,8 millones de euros. Una cuantía que ha quedado plasmada en las reformas, todavía en fase de ejecución, del skate-park de San Martín, parte de Agirrelanda y el tramo de Heraclio Fournier entre la plaza de los Naipes y la calle Adurza.
Con la llegada del nuevo año y dos millones de euros a disposición del programa, se ha vuelto a echar mano de la relación de obras urgentes. No obstante, al gobierno socialista sólo le ha dado tiempo a adjudicar la segunda fase de la reforma interior de Ariznabarra, así que el gabinete de Javier Maroto deberá poner el turbo para rehabilitar la calle Aragón y culminar la intervención en Agirrelanda, en el tramo comprendido entre Pozoa y avenida del Zadorra. Después, en sus manos estará dar salida a las otras ocho actuaciones que siguen esperando su turno en la larga lista de prioridades vecinales.
¿Llegará al 50%? No obstante, Maroto también deberá tomar decisiones. Dijo Patxi Lazcoz al coger la vara de mando que el impulso a la participación ciudadana sería su bandera. Y, aunque al final de su legislatura le han acusado de haberse olvidado el estandarte en casa, lo cierto es que bajo su mandato el programa Zure auzoa hobetuz fue ganando peso. Cuando lo heredó, representaba el 10% del presupuesto de Vía Pública destinado a inversiones. Ahora, constituye el 30%. Cumplió su promesa de incrementarlo un 5% cada año, pero tras los resultados en las urnas ya no podrá alcanzar su objetivo final: que en 2015 se lleve la mitad del dinero de este departamento. Será el equipo del gobierno el PP quien determine si conviene seguir los pasos marcados por su predecesor. Las asociaciones vecinales estarán muy atentas.