vitoria. Cuando la bicicleta gana espacio, otros sistemas de transporte tienen que perderlo. Y entre los derrotados, el coche es la primera opción. El medio que, hasta ahora, "tenía preferencia, ocupaba más terreno, hacía más ruido y causaba más contaminación". El portavoz de la asociación Bizikleteroak, Rubén Ziordia, admite que este cambio -de ciudad y de hábitos- asegura enfados entre los conductores a corto plazo. Como lo sucedido en el entorno del Estadio, donde los usuarios del coche critican la pérdida de plazas de aparcamiento por la creación de un bidegorri. Pero Ziordia también cree que es "una cuestión de tiempo" que Vitoria se acostumbre a esta nueva forma de moverse.

La polémica surge, como ya adelantó este rotativo, a raíz de la construcción del bidegorri R3, La Senda-Armentia. Se trata de un carril, finalizado tras el pasado verano y financiado por el Plan E, que conecta la Virgen Blanca con Armentia y, por tanto, con la salida hacia los Montes de Vitoria. Bizikleteroak valora que quizá no se trata del carril bici más transitado -honor que se lleva el de la Avenida, que une la zona norte con Mendizorroza- pero sí uno de los más "agradables" y "emblemáticos".

La medida, sin embargo, no ha contentado a todos los usuarios del Estadio, que critican que la medida haya supuesto la supresión de un centenar de plazas de aparcamientos en zonas como el paseo de Cervantes y la avenida de San Prudencio. Estos clientes de la fundación auguran más atascos con la llegada del verano y critican que sea a costa de crear un carril-bici situado junto a los coches, cuando muchos usuarios continúan utilizando el paseo central, más ancho y aparentemente más seguro. La dirección del Estadio, de hecho, ya ha solicitado al Ayuntamiento que dé marcha atrás en esta obra y convierta la zona peatonal en un lugar de convivencia entre peatones y ciclistas.

Ziordia, por contra, descarta esta posibilidad. "Hay que guiarse por cuál es el medio que ocupa más espacio y el que causa más problemas, y ése es el coche. Para los conductores será un pequeño sacrificio, pero los bicicleteros también tenemos que ceder en este tramo y circular al lado del coche", apunta. Lo cierto es que este paseo desde la Virgen Blanca a Armentia adopta diversas formas, tanto bidegorris diferenciados como zonas de convivencia con el peatón o, como en este caso, con los coches. Ziordia lo ve normal, puesto que "en una ciudad consolidada, los itinerarios tienen que adaptarse al espacio disponible". Eso sí, esta categoría de bidegorri obliga, por un lado, a aumentar la señalización casi hasta un punto "exagerado" y, por otro, a convencer a los ciclistas para que dejen de utilizar el paseo peatonal: "Es verdad que sigue utilizándose, porque da más sensación de seguridad. Se trata de algo a corregir".

apostar por otros transportes El representante de la asociación de ciclistas urbanos, en cualquier caso, anima a los usuarios del Estadio o incluso de Mendizorroza a aparcar el coche para optar por acudir a las piscinas a pie, en transporte público o bicicleta. Y, para quien insista en optar por el coche, advierte de que "ya disponen del parking en superficie de Mendizorroza y de más zonas de aparcamiento en el entorno. El bidegorri no tiene por qué traducirse en más atascos. No veo esa relación". El Ayuntamiento de Vitoria realizó anteayer prácticamente la misma valoración, y ambos comparten un mensaje para navegantes: se acabó aquello de aparcar con el coche en la puerta del Estadio.

Ziordia va más allá y reconoce que éste no es un caso aislado. Habrá más zonas afectadas por la pérdida de espacio del coche y la victoria de la bicicleta, pero defiende que la clave es "cambiar el chip". De ahí que crea que estos enfados se irán apagando "conforme los conductores se acostumbren" a este paso adelante de las bicicletas.