vitoria. El gabinete Lazcoz y el Comité de trabajadores municipal intercambiaron ayer llamadas a la reflexión para evitar la huelga de funcionarios de nueve días convocadas entre el 12 y el 20 de marzo. El equipo de gobierno se reafirmó ayer en su postura y reiteró que ha cumplido con su deber al aplicar las medidas contra el déficit, mientras que los sindicatos lamentaron que el ejecutivo sea "incapaz de negociar algo". Ambas partes acudieron a una primera toma de contacto en la que el Ayuntamiento puso sobre la mesa sus peticiones para los servicios mínimos, unas exigencias que desde el Comité ven "desproporcionadas".

La postura del gabinete viene condicionada por la larga duración de la huelga, que con sus nueve días no tiene precedentes en el Ayuntamiento de Vitoria. En los centros educativos, por ejemplo, se solicita una persona para las labores de conserje y otra para limpieza -los sindicatos creen que con una persona bastaría-; en mantenimiento, "para garantizar la apertura de los edificios municipales", en uno de los diversos informes presentados se exige un oficial por cada uno de los siete gremios afectados, tres ayudantes y tres técnicos de mantenimiento; en mantenimiento de jardines se piden ocho personas y en obras, otras diez; en el Departamento de Salud y Consumo, mientras, se solicitan ocho trabajadores.

La primera valoración del Comité es que estas propuestas son "desmedidas", según apuntó desde el sindicato CCOO Fernando Ugarte. Y eso que, por el momento, el gabinete aún no ha presentado su propuesta en materia de intervención social, donde ya se prevén tiranteces porque se trata del área clave, al incluir la atención a la tercera edad o los servicios sociales de base.

En cualquier caso, los representantes de los trabajadores restaron importancia a esta primera reunión donde únicamente se habló de servicios mínimos y a la que, por parte del ejecutivo, acudieron técnicos de Función Pública. Es decir, no hubo posibilidad de negociación, ya que para ello debe acudir un representante del Ejecutivo. La próxima cita tendrá lugar el lunes, pero de nuevo se abordará la cuestión de los servicios mínimos. El Consistorio aseguró, no obstante, que las puertas del despacho del concejal de Función Pública, Joaquín Esteban, siempre están abiertas.

las valoraciones Las posturas de ambas partes siguen alejadas. El teniente de alcalde, Juan Carlos Alonso, repitió las palabras de Lazcoz al llamar a la responsabilidad al Comité porque la convocatoria de huelga puede afectar al "buen nombre" de los funcionarios. Alonso insistió en que no entiende que ahora se convoque una huelga contra unas medidas aplicadas desde hace meses. Además, el gabinete se reafirmó en en que, por su parte, ha cumplido las medidas contra el déficit exigidas por Madrid gracias a la reducción del absentismo en lo que consideró "un éxito de gestión", ya que sin esta actuación, según los cálculos municipales, el Consistorio tendría que haber despedido a 170 trabajadores temporales.

Estas valoraciones se produjeron el mismo día en que las dependencias de la Casa Consistorial aparecieron empapeladas con carteles en los que se lee Enfermar no es un delito. Desde el Comité recalcaron que resulta "inasumible" la actitud del equipo de gobierno al retirar derechos sociales a los funcionarios y aseguró que, si el ejecutivo no revoca esta medida y cumple el convenio, la protesta seguirá adelante. "Esperamos que los ciudadanos entiendan que no pedimos más, sino simplemente que nos quedemos como estamos", apuntó la presidenta del Comité y delegada de ELA, Begoña Vázquez. "Estamos dispuestos a sentarnos a negociar en cualquier momento", reiteró. La pelota, por tanto, sigue en el tejado del ejecutivo. Pero desde el gabinete no lo ven así.