vitoria. La inauguración de las piscinas cubiertas de Mendizorroza, que ha acumulado un retraso de dos años, es ya cuestión de días. Concretamente, de un máximo de veinte. El alcalde de Vitoria se negó ayer a dar una fecha fija para no crear falsas expectativas a la ciudadanía y evitar la consecuente lluvia de críticas en caso de producirse otra demora, pero confesó que el estreno oficial se producirá antes de que finalice el invierno. Esto es, el próximo 21 de marzo.

Con la inauguración, se abrirán las puertas de un hercúleo bloque de acero, hormigón y cristal con una piscina olímpica destinada a convertirse en el buque insignia del complejo y de toda la red municipal. Es la única bajo techo de Vitoria, su profundidad oscila entre 1,60 y 2 metros e incluye un tabique móvil que permitirá dividirla en dos cuando se quieran combinar actividades, así como una lámina inferior para el uso infantil, con una rampa lateral para discapacitados. Suena bien, aunque es igualmente cierto que no podrá acoger competiciones de elite, que es el objetivo con el que nació este proyecto en la era del PP.

El problema es que no hay graderío suficiente porque el anterior gobierno de Alfonso Alonso modificó el proyecto justo antes de las elecciones de 2007 recortándolo de cuatro a tres alturas. Por eso, el aforo, similar al de la piscina del polideportivo de San Andrés, resulta insuficiente para celebrar campeonatos importantes nacionales e internacionales.