Vitoria. La otra cara del Casco Viejo proseguirá este año con su cambio radical. El Ayuntamiento rehabilitará entre cuatro y seis caños medievales con el mismo propósito que ya ha aplicado a los primeros patios interiores recuperados: mejorar la calidad de vida de los vecinos que los comparten y ponerlos en valor como elemento del patrimonio cultural de la colina. Una labor de purificación incorporada por el PNV a los Presupuestos de 2011 que, además, irá acompañada del rito bautismal. Si la propuesta de la formación nacionalista sale adelante mañana en el Consejo de la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica -y así está previsto que suceda-, el Consistorio creará un grupo de trabajo para dar nombre a los 18 caños existentes.

En la actualidad, se identifican por letras, en la ladera oeste, y por números, en la oeste; denominaciones que no ayudan precisamente a que los vitorianos los consideren como un elemento peculiar que hay que proteger. De ahí que el PNV, que ya había propuesto rebautizar los caños el año pasado con el visto bueno tanto de la Agencia como del resto de grupos municipales y de la Fundación Gaia -responsable de las reformas-, haya decidido recordar la tarea pendiente. "Creemos que, junto con el proceso de rehabilitación, es una de las formas de revalorizar estos espacios", explicó ayer a este periódico la concejala jeltzale Jone Zamarbide.

elementos característicos La idea del PNV es que ese grupo de trabajo esté formado por todas las formaciones políticas del Ayuntamiento, Gaia, el técnico municipal Enrike Ruiz de Gordoa y el director de Vía Pública. "Aunque podría variar o ampliarse según decida el Consejo", matizó la edil. Luego, arrancará el brainstorming. En algunos casos, será fácil dar con la denominación adecuada: si los caños contienen elementos arquitectónicos o vegetales característicos, adoptarán esos nombres. De lo contrario, habrá que pensar en otras referencias, como personajes populares vinculados a la colina, o echarle imaginación.