Vitoria. Las obras de las piscinas cubiertas de Mendizorroza afrontan esta semana un nuevo y esperado paso clave. El proyecto de deshumectación y energía solar, impulsado el pasado mes de junio para mejorar la eficiencia del complejo, tiene previsto llegar a su fin este jueves. El remate de esta actuación, que acumulaba más de un mes de retraso, acerca la conclusión de una infraestructura con un largo historial de imprevistos que, a pesar de todo, continúa sin fecha oficial de apertura. El Ayuntamiento aún tiene que solventar los permisos y llevar a cabo las pruebas de todo el edificio.
La reforma de Mendizorroza se gestó durante la pasada legislatura. Una de esas "malas herencias" que ha denunciado el actual gabinete Lazcoz, en este caso después de que las obras vinculadas a las piscinas en general se hayan convertido en un rosario de demoras y sobrecostes. El anterior equipo de gobierno calculó que el cambio de cara de Gamarra y Mendizorroza costaría 24 millones de euros, pero un informe elaborado por el actual ejecutivo ya concluyó que el desfase, entre 2005 y 2009, ya llegaba a los 9,8 millones. La cubierta de Mendi fue, precisamente, uno de los ejemplos de esos fallos.
En un principio, no se incluyó el acondicionamiento exterior o la estructura de la pileta, que ya con Lazcoz en la Alcaldía se adjudicó por algo más de 1,75 millones de euros. A estas obras se sumó el proyecto para mejorar la eficiencia energética del recinto, financiado por el Gobierno central a través del Plan E. Se trata de un sistema que apuesta por energías renovables para el calentamiento del agua, para así limitar el consumo energético. Estas obras arrancaron el 12 de junio y, en principio, debían finalizar el 19 de septiembre. No fue así. La coincidencia de estos trabajos con otras operaciones obligó a la empresa responsable a solicitar un plazo extra de cuatro semanas y, finalmente, ahora se anuncia el remate definitivo para este jueves.
el trabajo pendiente Fuentes municipales confirmaron la buena marcha de los trabajos. Eso sí, por el momento el equipo de gobierno continúa sin anunciar una fecha de inauguración, debido a que se sigue trabajando en cuestiones de permisos. Además, el edificio tiene que afrontar aún un periodo de ensayo. Esta fase, según calculó en su día el servicio municipal de Arquitectura, se alargaría unas dos semanas.
La postura del gabinete, por tanto, es que las piscinas se abrirán una vez que se hayan satisfecho todas las pruebas necesarias, respetando el tiempo necesario porque no hay necesidad de apresurar los trámites. Un mensaje de calma que el equipo Lazcoz ya ha utilizado en anteriores ocasiones sobre otros proyectos. Desde la oposición, mientras, grupos como EA le echaron en cara que no se tirara a la piscina con una fecha. No en vano, las cubiertas de Mendizorroza ya han superado diversas fechas de apertura: primero fue agosto de 2009, después primavera de 2010 y, por último, la pasada campaña veraniega.
La última previsión anunciada por el Ayuntamiento era que las obras se finalizarían "este año". El concejal de Urbanismo, el socialista Juan Carlos Alonso, anunció este plazo el pasado 27 de septiembre, cuando pidió tranquilidad a la oposición sobre estas obras. El teniente de alcalde aseguró que la labor arquitectónica ya estaba finalizada, por lo que sólo faltaba el equipamiento y la conclusión del mencionado proyecto energético. Ahora, Mendizorroza quema una nueva etapa. La cuestión que queda por resolver es cuánto tiempo pasará hasta que se abra a los usuarios.