vitoria. Los que ponen el dinero, ¿qué opinan del nuevo Gauekoak?
Me da la sensación de que están ilusionados. No quiero decir que los que estuvieron antes que nosotros no hayan hecho nada; muy al contrario, han tenido un lío tremendo que quizás ha conllevado un gran desgaste. No sé si por las nuevas asociaciones que hemos entrado, o por la nueva junta directiva, o por la ilusión de los comienzos, creo que la percepción que nos llega del Departamento de Juventud es muy positiva.
Debe de ser súper complicado ponerse de acuerdo siendo tantas -¿cuántas?- las asociaciones que engloban Gauekoak.
Somos casi treinta. Y sí, es súper complicado, pero estaríamos encantados de que entren más asociaciones siempre que haya un proyecto desafiante y de interés. Ahora tenemos entre manos tres o cuatro ideas que si salen, ¡ojalá que sí!, van a ser un logro muy importante.
¿Nos adelanta esas grandes ideas?
Aún es pronto.
¿Y cuándo se materializarán?
En primavera tiene que estar ya en marcha el nuevo Gauekoak.
El nuevo Gauekoak deberá de ir acompañado de una nueva campaña publicitaria, si quiere captar a la juventud que un día perdió.
Sí. Y esto también requiere una reflexión templada, aunque rápida. Se llegó a pensar en cambiar el nombre de Gauekoak, pero a pesar de las posibles connotaciones negativas que pueda tener para algunos, ya es sobradamente conocido. Respecto a la campaña, hay que ponerse al día con el lenguaje de los jóvenes y buscar los espacios para llegar a ellos. Imprimir 50.000 flyers no quiere decir que la gente los vea. Por poner un ejemplo absurdo: anunciar un concierto de hip-hop para chavales de quince años en la gaceta municipal no tiene sentido. ¡Sólo la leen los jubilados! Es un decir... Hay que controlar la difusión, de la misma manera que queremos hacer un seguimiento de la aceptación de las distintas actividades, y sin gastar más dinero del preciso. Las redes sociales son la fórmula, así como la construcción de una web más participativa.
Son muchas acciones. ¿Les va a dar con el presupuesto que se destinaba al antiguo Gauekoak?
Ojalá nos hagamos acreedores de más apoyos, pero primero debemos demostrar que este proyecto tiene potencial y merece continuidad. Esto pasa mucho en Vitoria, a mi entender. No hay un diseño del tipo de ciudad que se quiere. Se van añadiendo nuevos proyectos pero sin dibujo previo. Se está creciendo de forma desorganizada. ¿En qué nos estamos especializando? Muchos proyectos son a corto plazo, electoralistas, tienes cuatro años para sacarlos adelante y ya está. Yo soy apolítico, pero en los años ochenta se tuvo la oportunidad de plantear acciones a largo plazo. Fue cuando realmente evolucionó la ciudad. Después, ha crecido de forma bastante desorganizada, con algunos proyectos que no están muy justificados. Nos gustaría que éste lo estuviera. No se puede hacer cualquier cosa en nombre de la cultura...
Pudiera ser, por esto de la crisis, que Gauekoak sufriera la tijera en los próximos Presupuestos.
Espero que no nos vayan a morder. Pero si sucede, nos ajustaremos el cinturón, como todo el mundo. Además, es nuestra responsabilidad conseguir recursos de terceros y aprovechar proyectos que tienen una gran salud para utilizarlos como medio de difusión para Gauekoak, ya sea el Mercado Medieval, Magialdia, Kaldearte... Allá donde haya mucha gente y una cobertura mediática. Yo, por ejemplo, entré en Gauekoak como representante de Jazzargia con la idea de buscar recursos alternativos para seguir programando. Así que ahora no nos vamos a quedar sentados. Hay que ser proactivo.
Muchas actividades, enorme oferta... ¿Pero no corremos el riesgo de ser excesivamente paternalistas, de crear "peterpanes" a los que se les da todo hecho?
No queremos caer en eso. Nuestra idea es, por ejemplo, organizar talleres en los que damos a los jóvenes las herramientas para poner en marcha sus propios proyectos. Por ejemplo, nos han propuesto un taller de producción básica para jóvenes músicos: cómo sonorizar un concierto, dónde enchufar el cableado... Sí que estoy de acuerdo en que hay una oferta cultural demencial, excesiva. Y corremos el riesgo de que la gente deje de valorar las cosas. Por eso, hay que provocar la curiosidad, hay que incentivar la participación, que los jóvenes sean agentes activos.
Fenómeno lonja: ¿un fuerte rival para este programa de ocio y cultura?
Sí. El sueño de cualquier adolescente es "hacer lo que me dé la gana sin que me controlen". Y en la lonja están a su aire, con la pareja en la intimidad, bebiendo con los amigos... Lo fantástico sería usar ese tipo de infraestructuras para algo más que beber o jugar con la consola, pero es muy complicado cambiar la dinámica. Además, este hábito es otra cosa más que nos hace ver que hay que ponerse las pilas. El código de relación entre adolescentes ha cambiado, no podemos dirigirnos a ellos como hace veinte años. Su mundo es mucho más pequeño y las perspectivas de ocio más unipersonales. Ahí tiene que incidir Gauekoak. Cuando estudié Bellas Artes, obtuve más de mis compañeros que de los profesores, porque eran gente creativa de la que podías aprender cosas concretas, no generalidades. Hay que propiciar los espacios para que los jóvenes conozcan a otros jóvenes interesantes y surjan nuevas inquietudes.