Vitoria. Preocupación, nervios e, incluso, "miedo". La asociación vecinal de Aretxabaleta El Tejo, que ya ha manifestado anteriormente sus dudas sobre el Plan Renove en esta zona de Vitoria, asegura que éstas son las sensaciones que viven quienes cuestionan este proyecto para renovar las casas del pueblo. Ese malestar ha aumentado tras la reciente expropiación de la vaquería, una maniobra que, en opinión de esta entidad, se ha realizado con un desmedido despliegue policial como "medida ejemplarizante".

El caso de la familia López de Suso se ha convertido ya en un símbolo del cambio en Aretxabaleta. El pasado lunes, por orden judicial, se cerraron los accesos a esta granja, donde en el futuro el Ayuntamiento quiere construir 144 VPO. Esta clausura ha provocado un enfrentamiento entre el Consistorio, por un lado, y ganaderos y la familia, por otro, que denuncian que aún no han recibido la indemnización municipal ni la propuesta para que, por fin, la vaquería se traslade a Gardelegi.

Esta operación será recordada por el despliegue policial que se llevó a cabo durante el segundo y definitivo intento de desalojo. El primero no se culminó por las protestas de los ganaderos. Vecinos de la zona que cuestionan el Plan Renove creen ahora que esta acción se ha utilizado como "un aviso para navegantes" para quienes aún no se han posicionado sobre el proyecto.

"Nos sentimos presionados", cuenta el portavoz de la asociación El Tejo, José Antonio Ocasar, que en la actualidad reúne a una quincena de personas. Son una minoría, eso está claro. El Ayuntamiento anunció esta misma semana a vecinos de la zona -la carta, llegada desde Ensanche 21, estaba fechada el pasado 5 de noviembre- del estado de apoyo al Plan Renove: de los 85 vecinos afectados, 68 han respondido a la encuesta sobre el proyecto y, de ellos, 61 han dado el sí quiero. El Consistorio, así, sigue adelante con la iniciativa y, mañana, llevará a cabo en el centro social de Aretxabaleta el sorteo "que marque el orden de elección de vivienda entre los vecinos que han manifestado su interés en optar a una vivienda en el sector 19", según se lee en la misiva. Quienes se adhieran con posterioridad, se añadirán al listado resultante del bombo.

Lo cierto es que el Renove de Aretxabaleta es, junto al de Olarizu, uno de los más avanzados de la ciudad. En general, el gabinete Lazcoz pretende con estos proyectos renovar los barrios obreros de la ciudad, aquellos que presentan mayores problemas de rehabilitación y accesibilidad. Por ello, se proponen derribos a cambio de VPO de mayor dimensión y a coste cero. En el caso de Aretxabaleta, la medida afecta a los bloques de Nuñez, San Miguel y Bustaldea, pero todo dependía del visto bueno de la mayoría de los vecinos. Y el Ayuntamiento lo tiene.

las dudas El Tejo, mientras, representa la otra cara de la moneda. Desde la asociación creen que hay propietarios que han firmado sin contar con información suficiente del proceso. Por ello, denuncian su "impotencia" al verse involucrados en un proyecto que aún no conocen al detalle y que afecta al derribo de sus casas. Ocasar lamenta que esta iniciativa, de hecho, ya condicione el estado de zonas como Bustaldea, donde "no se ha renovado la calle ni el saneamiento", porque parece que el proyecto sigue adelante "sí o sí".

Critican, además, que el Ayuntamiento pretenda "hacer negocio" con esta operación, algo que desde el Departamento municipal de Urbanismo siempre han matizado: si no se diese cabida a más viviendas que las actuales, no se podría realizar ese cambio a coste cero. Pero, pese a las bondades del cambio que plantea el Renove en diversas zonas de la ciudad, sigue generando dudas. Así ha ocurrido en Errekaleor, Zaramaga y Aretxabaleta. Una situación que está provocando, además, más de un enfrentamiento verbal entre aquellos vecinos que se resisten a dejar sus casas y quienes apoyan el cambio y ven que las críticas podrían poner en riesgo la operación.