vitoria. PSE y PNV han apoyado esta semana el paso de más de 50 millones de los fondos de Ensanche 21 a la financiación del centro internacional de congresos. PP, EB y EA han criticado que ese dinero se reservaba para el desarrollo de los nuevos barrios. ¿Cómo ha recibido Salburua Bizirik la noticia?

MAITE BENGOA: Me parece de escándalo que, en los tiempos de crisis en que estamos, el Ayuntamiento se endeude para financiar un proyecto que, en realidad, no es de primera necesidad.

ENEKO GONZÁLEZ: Con esta maniobra, el Ayuntamiento ha hipotecado el futuro de los nuevos barrios. Si ahora no hay equipamientos, tenemos claro que en el futuro tampoco llegarán. Han dejado prácticamente arruinado a Ensanche 21. Se lo han llevado todo. Ese dinero tenía que haberse invertido en los nuevos barrios, pero no han querido.

Hablan de las necesidades del barrio. ¿Qué urge en Salburua?

E.G.: El centro cívico y el ambulatorio son claves, pero también que haya zonas deportivas, tanto para los más txikis como para todos los que quieran hacer deporte... Tiene que venir de todo un poco.

M.B.: Una de las demandas que hemos planteado en más de una ocasión, durante los últimos dos años, es la necesidad de una oficina de atención ciudadana. Ahora nos obligan a desplazarnos para cualquier contacto con el Ayuntamiento.

¿Para cuántas labores diarias es ahora necesario que los vecinos de Salburua se desplacen a otras zonas?

E.G.: Pues para todo.

¿Todo?

E.G.: Es algo que, por ejemplo, había que tener en cuenta cuando se decidió subir la OTA. Parecía que al barrio no le afectaba, pero no es así si tenemos que ir al ambulatorio de Aranbizkarra, al Hospital Santiago, a centros cívicos de otros barrios porque no tenemos ni servicios de base, incluso los niños tienen que moverse a otras zonas para hacer deporte... No tenemos lo más básico para el día a día. Al final, todo lo hacemos fuera de nuestro barrio.

M.B.: Los vecinos a menudo han trasladado a la asociación su preocupación por la falta de un instituto. Los niños van creciendo y aquí no hay nada. La ikastola está en construcción, y para el próximo curso debería estar en funcionamiento, pero creemos que hay que plantearse un instituto de Secundaria.

E.G.: Es algo que ya debería estar encima de la mesa.

¿La crisis ha lastrado el desarrollo de Salburua? Es decir, ha coincidido el crecimiento del barrio con una época de vacas flacas en los fondos de las instituciones...

E.G.: A este barrio, desgraciadamente, la crisis le ha afectado desde el minuto cero. Pero esta crisis no nos va a impedir que sigamos demandando los servicios que nos corresponden. Para eso pagamos nuestros impuestos.

M.B.: Lo que no puede ser es que, por ejemplo, el Ayuntamiento impulse una haurreskola, que afronta ahora su primer curso, y le falte material. Les piden a los padres que lleven juguetes para los críos, no tienen cunas para echarse la siesta, por lo que las están haciendo en hamacas... Por eso, no vemos lógico ese despliegue para un auditorio cuando hay recintos como éste.

¿Pero ahora ese servicio no depende del Gobierno Vasco?

E.G.: Pues ya no sabríamos decirlo. Pero la actuación fue municipal, así que creemos que tampoco nos vale que se haga una pared y luego se desentiendan de lo que contiene. Madre mía.

Bueno, un proyecto en el que al menos sí hay novedades es el del centro cívico. El Ayuntamiento ya ha presentado su diseño.

E.G.: Estamos a la espera a que se nos presente ese proyecto. Hicimos propuestas, por ejemplo, para que incluyera un boulder adecuado, porque hay una cultura de escalada importante en Vitoria.

En el proyecto se habló del boulder, pero sobre todo se destacó la sala de esgrima...

E.G.: Parece que la esgrima quiere ser la disciplina reina del centro cívico. No nos parece mal, siempre que se dé cabida a otros deportes.

Otro avance es que la limpieza, por fin, se ha mejorado desde junio a Salburua. ¿Cómo valoran el servicio?

E.G.: Se ve a las máquinas y a los operarios, así que está claro que la situación ha mejorado. Un mínimo cambio ya era una gran mejoría. Pero hay zonas donde incidir. El principal problema es que aún se mantengan, en aquellas zonas donde no funciona la recogida neumática, el sistema de bolseo, porque al final se genera suciedad en la calle y en las carreteras. Deben implantar de forma urgente contenedores de basura en estas partes del barrio. Y en el sector 10 siguen sufriendo un abandono total en el cuidado de los parques.

Antes han hablado de la necesidad de desplazarse a otros barrios para realizar ciertas tareas. ¿Y en el apartado comercial? ¿Ha mejorado la oferta de Salburua?

E.G.: El comercio está muy mal. Por ejemplo, en la calle Estrasburgo acaba de cerrar otra frutería...

¿Tienen todos los comercios localizados?

E.G.: Es que no hay mucha oferta, y lo que se abre parece que dura poco. El pequeño comercio está muy limitado aquí por la competencia de las grandes superficies. Hay Eroski, BM... y luego el equipo de gobierno quiere impulsar el famoso Hipercor, que tanto ha dado que hablar. Por eso nos parece curioso que destaquen que la redensificación facilitará la llegada del pequeño comercio, pero luego de forma paralela apoyen una nueva gran superficie cuando, con las que hay, el pequeño comercio ya se está muriendo.

Este fin de semana Salburua está inmersa en sus segundas fiestas. ¿Es una oportunidad para que vecinos de otras zonas conozcan el barrio?

E.G.: Las fiestas todavía están arrancando. Tienen que darse a conocer. El primer año fue un éxito, sobre todo por los actos que se organizaron en torno a los más txikis, algo que también movió a gente de fuera del barrio. Pero todavía, está claro, no podemos competir con fiestas como las de Judimendi, aunque aspiramos a ello.

Los bares de Judimendi precisamente criticaron el horario limitado que les dejó el Ayuntamiento. ¿Salburua también apuesta por ampliar esas horas?

E.G.: El año pasado elegimos las fechas de las fiestas por el hueco que había en el calendario, pero esta vez las mantenemos porque coinciden con el Mercado Medieval y los bares disponen de más tiempo de apertura. Es una razón más para seguir en la misma línea.