vitoria. El comité de trabajadores del Ayuntamiento sondeará esta próxima semana el respaldo de los funcionarios a las medidas anunciadas para denunciar los recortes sociales -en los complementos por baja- y económicos -los sueldos bajan hasta un 5%- adoptados por el gabinete Lazcoz. La actuación más llamativa serán los encierros de funcionarios que, a principios de octubre, tendrán lugar en centros municipales. Sin embargo, los empleados del Consistorio insisten en que ya había voces que reclamaban reacciones más radicales. Es decir, una huelga indefinida. La presidenta del comité y delegada de ELA, Begoña Vázquez, toma estas previsiones de un otoño caliente como una prueba del hartazgo de la plantilla municipal. Y culpa directamente a la gestión de un equipo de gobierno que, en su opinión, se "aprovecha" de la situación de crisis para adoptar medidas que barajaba desde hace tiempo.
El pasado 4 de abril, en una entrevista, auguró que a estas alturas se veía más movilizándose que llegando a un acuerdo con el Ayuntamiento. Acertó.
Esta situación se veía venir.
Una vez que el gobierno Zapatero anuncia la necesidad de adoptar medidas para reducir el déficit, ¿había alguna forma de limitar el enfado entre los funcionarios?
No había una forma de que fuera una medida aceptable. No estamos de acuerdo en que se rebajen los salarios de los trabajadores públicos, ni las pensiones, ni las ayudas... Porque, además, eso no va resolver la crisis. No se está poniendo una solución, sino optando por la forma más fácil de recortar. Además, a los trabajadores nos comentaron que la situación del Ayuntamiento de Vitoria no estaba tan mal, así que encima nos sentimos engañados.
¿Sólo por las medidas contra el déficit?
Llevamos tres años sin acordar ningún convenio por la falta de voluntad del equipo de gobierno, por lo que los trabajadores municipales de Vitoria ya han dejado de ganar un 3,2% con respecto a otros ayuntamientos. Tampoco hemos consolidado empleo ni se ha hecho un esfuerzo por generar trabajo... En lo que a Personal se refiere, podemos afirmar sin ninguna duda que no ha habido nada en esta legislatura. Y esto se ve agravado por la crisis y porque han aprovechado para ir más allá de lo que obliga la ley.
Se refiere a la cuestión de las bajas.
No ha habido avances en el convenio y, además, han querido eliminar artículos del convenio. No sé ya hasta dónde pueden llegar.
¿Cuál es la sensación que percibe entre la plantilla municipal?
Hay de todo, también hay gente que dice que deberíamos ir ya hasta el final. Pero la conclusión es que, como primera medida, debemos denunciar esta situación, movilizarnos durante el próximo pleno... Es un toque de atención, porque nuestro objetivo es que el convenio se quede como está.
Esperan que el equipo de gobierno dé marcha atrás. Sin embargo, el alcalde argumentó en su día que limitar los pagos durante las bajas era una forma de aminorar el impacto de las medidas antidéficit en sus salarios y de no reducir la plantilla.
Así lo ha vendido, pero eso es hacer demagogia. Nosotros denunciamos que, por reducir el gasto, se quieren reducir nuestros derechos. El alcalde no se caracteriza por poner en valor a sus propios trabajadores.
Sin embargo, al menos cuenta con la palabra de Lazcoz de que no se reducirá plantilla.
Estos recortes no suponen que los interinos vayan a seguir trabajando. Porque, si necesitan adoptar nuevas soluciones, lo van a hacer. Ya están dejando de sustituir, dejan de contratar todo lo que pueden, en algunos departamentos ya se habla de que las vacantes generadas por jubilación no se cubrirán... No es verdad que apretarse el cinturón sirva para cambiarlo por empleo.
Al reducir los pagos de las bajas, ¿se ha puesto el dedo en la llaga?
Sí, sí. Este gobierno socialista apuesta habitualmente por medidas populistas. En su día, durante la negociación colectiva del convenio, ya se nos planteó el tema de las bajas, aunque no así. Algo ya barajaban para ahorrar, y con eso no quieren reducir el absentismo. Nunca se han querido meter en si la acumulación de bajas se debe a la carga de trabajo, en si deberían ponerse más medios o más personal. Unas bajas que, por cierto, están dentro de la media si las comparamos con otras empresas del nivel del Ayuntamiento.
Sin embargo, un coste por absentismo de seis millones al año es, cuando menos, una cifra llamativa.
Sí, pero tampoco sabemos qué se incluye en ese balance. Porque absentismo es no acudir al trabajo sin causa justificada, por lo que no deben incluirse complementos por baja a personas enfermas, las sustituciones, las licencias maternales... Eso son derechos fundamentales. Y parece que las bajas se cogen (hace hincapié en la palabra) muy fácil, pero en realidad una baja te la da un médico si ve que hay causas por las que no puedes ir a trabajar. Nos preocupa ese mensaje de que, entre todos, utilizamos el sistema de bajas para defraudar.
¿Los funcionarios se sienten respaldados por la ciudadanía?
Hay de todo. La gente de la calle, si hablas con ellos de tú a tú, entiende tus reivindicaciones. Pero aún pesa esa imagen de que el funcionario es una persona vaga, que vive bien, trabaja tecleando delante de un ordenador y que atiende con enfado a los ciudadanos. Y eso no es verdad. También hay muchos funcionarios con una carga física de trabajo importante, ya sean auxiliares de enfermería, limpieza, jardinería... Y estoy convencida de que la mayoría de los funcionarios trabaja muy bien. De lo contrario, esto no funcionaría.
Pese a que ahora han anunciado movilizaciones, sorprende que no se hubieran convocado antes, como una respuesta más inmediata a las medidas contra el déficit...
Hombre, en mayo hicimos una huelga, y en junio otra. Igual es verdad que el ámbito general ha sobrepasado al local. Y, a veces, cuesta mover al sector público, teniendo en cuenta que hasta ahora no había sufrido tantos ataques como las firmas privadas, que venían afrontándolos desde hace año y medio. Pero ahora sí sentimos esos ataques, y habrá más si no nos ponemos enfrente.
Otra crítica a los sindicatos es por qué no se plantearon mayores movilizaciones mientras la crisis se cebaba con la empresa privada...
Por parte de ELA, sí puedo decir que el 21 de mayo de 2009 se convocó una huelga general para denunciar todo lo que estaba pasando con la destrucción del empleo y el uso que las empresas hacían de los ERE. Y en cada firma donde se plantearon medidas así también hubo peleas.
La legislatura Lazcoz afronta su último año. Esa cercanía electoral... ¿es una baza para los sindicatos o algo que resta peso a sus movilizaciones?
Cada uno tenemos que hacer lo que creemos que tenemos que hacer. Y aquí tenemos claro que el equipo de gobierno ha iniciado un nuevo ataque. Uno más, y muy fuerte.
En el comunicado en que anunciaron esta semana movilizaciones, denunciaron el despilfarro de fondos públicos en plena crisis. ¿No les convencen los llamados proyectos estratégicos?
Otras veces ya hemos dicho que, si en la economía doméstica tienes que ahorrar, lo que no haces es quitarte de comer para comprarte unos zapatos de 250 euros.
¿A qué proyectos se refiere?
Hablamos del soterramiento, el nuevo Ayuntamiento, el multiusos que no multiusamos, los viajes a Bruselas y a Japón... No sé, por ejemplo, cuánto llevamos gastado en el auditorio sin tener nada todavía, ¿y eso es prioritario ahora, mientras recortamos cursos en los centros cívicos o no cubrimos sustituciones en las personas que atienden los servicios sociales? Creo que los ciudadanos debemos pedirles más responsabilidad a los políticos con la gestión de los fondos públicos.