Vitoria. Agosto frena la movilidad. Al menos, dentro de la ciudad. La resaca de las fiestas de La Blanca ya empieza a notarse en Vitoria: plazas de aparcamiento libres, autobuses y tranvías poco cargados, taxis sin actividad... Las estadísticas de usuarios de Tuvisa son claras al mostrar un socavón en los pasajeros durante este mes, el que menos usuarios registra de todo el año. No es un caso único. Los sistemas de transporte de la capital alavesa, pese a que este año la crisis dificulta que los gasteiztarras hagan las maletas en vacaciones, se preparan para su época de vacas flacas.

El verano es una nueva prueba para el Plan de Movilidad Sostenible. El buen tiempo -si regresa- anima a desplazarse a pie o en bicicleta, la mayor flexibilidad de horarios ayuda a recurrir al transporte público y, finalmente, la mayor disponibilidad de plazas y el cierre de la zona azul -dejó de estar operativa el pasado 4 de agosto, y no volverá hasta el 1 de septiembre- también facilitan el uso del vehículo privado. Y la conclusión de esta mezcla de factores es que todos los sistemas de transporte de la ciudad caen. Todos, salvo la bicicleta.

"El verano es la época ideal para usar la bici. Todo está más tranquilo, hay menos tráfico, tanto de peatones como de vehículos, y por supuesto el calor anima a coger la bicicleta. Simplemente, apetece más", cuenta Diana Paniagua, de Gasteizko Bizikleteroak. Julio, de hecho, es siempre el mes de mayor uso del sistema municipal de préstamo de bicicletas: en 2009, por ejemplo, hubo 20.000 solicitudes, de las casi 155.000 que hubo en todo el ejercicio. Agosto registra datos menores quizá porque también se ha suspendido el servicio entre los día 1 y 9, y hasta el 31 sólo operan los puntos de los centros cívicos de Aldabe y El Pilar, los centros comerciales de Lakua, Leclerc y El Boulevard, Artium, la oficina de turismo y el parque de Gamarra.

En cualquier caso, Paniagua insiste en que la clave es que "quienes se animen a coger ahora la bicicleta, sigan después del verano". Sólo así se logrará arrebatar usuarios del vehículo privado, algo sobre lo que desde la asociación echan en falta más estadísticas, que prueben si los nuevos clientes del transporte público han reducido el número de coches o bien han atraído a peatones.

el transporte público Por el momento, agosto no puede usarse como referencia. Los datos de EuskoTran revelan que hace un año, por estas fechas y apenas un mes después de que se activara la línea a Abetxuko, se registraron 339.596 pasajeros. El dato fue el más bajo durante el año siguiente, pero sirvió de punto de inflexión, puesto que a partir de entonces nunca se ha bajado de los 500.000 viajeros al mes y lo habitual ha sido rondar los 600.000. Este año, en cualquier caso, ya se ha anunciado un aumento del 5% del uso del tranvía en fiestas -el día 5 se logró un nuevo récord, con 23.000 usuarios-, aunque está por ver cómo responden los gasteiztarras a que la parada se establezca hasta final de agosto en Sancho el Sabio debido a las obras de reforma en General Álava e Independencia.

Tuvisa, mientras, afronta este mes con más calma. Los autobuses urbanos, de hecho, retrasan su hora de inicio durante las jornadas laborables de agosto y disminuyen las frecuencias. Una respuesta a una imagen habitual de estas fechas, que son los autocares menos cargados. En agosto de 2009, por ejemplo, se superaron por poco los 513.000 pasajeros, cuando en julio se rozaron los 900.000 y en septiembre, los 800.000. "Es el mes en que mejor se trabaja. Hay menos tráfico y se nota menos estrés", cuenta el presidente del comité de empresa, Antonio Seijo. Las líneas más utilizadas son las conexiones con las piscinas, tanto la Periférica como la línea a Gamarra. La única pega son las obras: "Es el momento para hacerlas, pero a nosotros nos obliga a estar pendientes de los nuevos recorridos".

Quienes también conocen el panorama de agosto son los taxistas. Durante este mes, su actividad se reduce entre un 40 y un 45%. "Nuestro trabajo depende indudablemente del movimiento en oficinas y fábricas, y ahora se reduce muchísimo", cuenta José Antonio García Durana, presidente de la asociación alavesa del taxi. Eso sí, también advierte de que septiembre es incluso peor, porque los ciudadanos intentan ahorrar lo gastado en vacaciones y en la vuelta al cole, por lo que no levantan la bandera, ni la cabeza. Parece que, incluso hasta el final del estío, Vitoria ralentiza el paso.