Vitoria. El vitoriano Gorka Otsoa de Alda, con permiso de John Pitman Weber -el artista estadounidense encargado del mosaico en los murales del Cantón de las Carnicerías-, es uno de los artistas con más experiencia que ha participado en los proyectos de este año del Itinerario Muralístico La Ciudad Pintada. Para este prolífico artista, fotógrafo y diseñador, dirigir el mural del jardín de la muralla medieval ha supuesto una nueva experiencia: "Dirigir a tanta gente y en un plazo tan corto ha sido una novedad. Ha sido un reto, sobre todo porque colaboras con gente que no conoces, con más o menos experiencia artística... Pero, una vez resuelta la idea de qué querías trasladar a la pared, el único problema era reservar trabajo durante todos los días para todo el mundo".

Porque Otsoa de Alda insiste en que el mural "es más una obra de los voluntarios y los brigadas que de los artistas. Lo han hecho ellos, aunque nosotros estuviésemos más volcados con el proceso de creación". Y eso que, en este caso, el mural tiene varios sellos personales, como su color de un azul "potente", el mismo que se usa en la marca de la Catedral Santa María, también diseñada por Otsoa de Alda. "Teníamos dos opciones para ilustrar la noche de San Juan: o hacerla al atardecer en rojizo, cuyos problemas eran que no se iluminaban las hogueras ni se destacaban las figuras, o con una luz de luna", explica. El resultado no pasada desapercibido, sobre todo por la noche.

Otsoa de Alda valora que el mural ya es "un elemento más" del intenso proceso de revitalización del Casco y que, en este caso, ha permitido que "brote una pared" en una zona junto a la muralla que todavía no se conoce lo suficiente. Ahora ya hay una razón más para visitarla. Y contemplarla.