vitoria. Cuando recala en el Ayuntamiento el debate sobre si las antenas de telefonía móvil pueden o no provocar daños en la salud, siempre se oyen mensajes que llaman a la calma pero también compromisos para someter los téntaculos de metal a un mayor control. Ayer en el Pleno, el gabinete de Lazcoz accedió a constituir en un máximo de cinco meses un grupo formado por técnicos, científicos y organismos sociales y ecologistas para revisar, mediante apoyo jurídico cualificado, la actual ordenanza reguladora de las instalaciones radioeléctricas pertenecientes a la red de comunicaciones y adaptarla a las actuales recomendaciones de la Unión Europea sobre la base del principio de la precaución.
¿Será ésta la vencida? EB, responsable de la moción que derivó en el compromiso mencionado, recordó que en 2008 trasladó al Pleno la misma petición y fue aprobada por unanimidad sin que nada sucediera después. El resto de la oposición también criticó estos tres años de inactividad, si bien la edil de Medio Ambiente, Alba Cañadas, defendió que los técnicos "han acudido a foros". Además, aseguró que existe un control para evitar que se coloquen antenas con total impunidad.
No obstante, mientras el gobierno dice que hay 107 antenas en Vitoria, Industria cuenta 160. Un dato ofrecido por Antenarik Ez, que acudió ayer al Pleno como apoyo popular a la moción y se presentó voluntario para formar parte de ese grupo.