Vitoria. "Vitoria está cambiando. La ciudad, que hasta ahora había crecido ensimismada, ya ha dado un paso adelante". Éstas fueron unas de las primeras palabras del alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, durante su discurso de ayer en el debate sobre el estado de la ciudad. El dirigente socialista centró su intervención en reivindicar que, en sus tres años al frente de la Casa Consistorial, ha logrado "una modernización tranquila". En sus 135 minutos al micrófono, el dirigente socialista intentó dar "esperanza" frente a la crisis, defendió sus proyectos estratégicos y planteó retos para el futuro, entre los que destaca la potenciación de su plan Alhóndiga.
La intervención de Lazcoz, que se saltó pocas veces el guión previsto y sólo para destacar los resultados "espectaculares" logrados, fue más arriesgada que su discurso del segundo año -donde los temas estrella fueron sus apuestas por trasladar las discotecas a la periferia y los planes Renove- pero menos sorprendente que en su debut -cuando defendió las tejavanas para cubrir las calles del centro-. Reconoció errores, pero no los concretó; denunció que ya hay en la Corporación quien piensa en las elecciones, pero también cargó en varias ocasiones contra el PP; y puso sobre la mesa nuevos proyectos que dan continuidad a los que ahora afronta la capital alavesa.
El alcalde optó esta vez por un discurso equilibrado entre lo logrado y lo que está por venir, a la par que reconoció que sus grandes proyectos están más pensados para cuajar en ocho años que en cuatro. Desde la oposición se ha criticado con insistencia precisamente la falta de concreción de estas propuestas, al asegurar -caso del PP o del PNV- que lo único que se puede vender de cara a la ciudadanía como un avance son las reformas de algunas calles. Es decir, el proyecto Alhóndiga. Y ahí es donde ayer insistió el alcalde.
El gabinete Lazcoz ya hizo públicos la semana pasada los resultados de esta apuesta por la peatonalización y la revitalización del comercio en el eje conformado por Prado, General Loma y Sancho el Sabio: en un año, han duplicado su número de viandantes y en la actualidad ya sólo cuentan con diez locales vacíos. El efecto Alhóndiga también llegará este año a la plaza de Lovaina, un primer tramo de la calle Gorbea, la plaza de Bilbao y Fermín Lasuen.
tres nuevas zonas Pero estos planes siguen creciendo. Lazcoz anunció ayer que Alhóndiga no ha hecho más que empezar y, en concreto, habló de tres nuevos entornos a los que extender este plan: la Avenida de Gasteiz, Los Herrán y Santa Bárbara. En el caso de la Avenida, como ya adelantó este rotativo, se trata de una reforma -que se realizaría por fases- esperada por los vecinos, que pretende convertir a esta vía en un "ágora comercial" que se aproveche del tirón del futuro centro internacional de congresos. En Los Herrán, mientras, es el resultado lógico del traslado de la estación de autobuses a Arriaga. El alcalde aseguró que ya se está planificando la reforma, que también afectaría a las calles Hortaleza, Anglo Vasco, Sierras Alavesas y Palencia, para evitar que este entorno "degradado" se vea como una "frontera" de la ciudad. Y, finalmente, Santa Bárbara es un proyecto reiteradamente barajado que pretende convertir a esta zona en una digna competidora de la Plaza Nueva y los Fueros. Para ello, la calle La Paz afrontaría "una actuación similar a la ejecutada en Sancho el Sabio".
El alcalde, además, adelantó otras operaciones comerciales. La más sonora es la pretensión de hacer de Zaramaga una especie de "Soho neoyorkino". Tal cual. Tanto el ejecutivo local como la asociación de comerciantes y hosteleros del barrio, Gasteiz On, la Cámara de Comercio y la Federación Alavesa de Empresarios del Comercio abogan por convertir a este antiguo barrio de la ciudad en un espacio de comercios de oportunidades -outlet- y la cultura post-industrial. Otra reforma, más acorde con las actuaciones ya realizadas, es la continuación del lavado de cara del Casco Medieval. A las obras realizadas en calles como Zapatería, Cuchillería, Pintorería o Santo Domingo se sumarán este año Bueno Monreal, Cubo y otros cantones del barrio.
Alhóndiga fue una de las palabras más repetidas -volvió al tema en al menos cinco ocasiones- ayer durante el repaso del alcalde a la actualidad municipal, junto a asuntos como la crisis, la excelencia medioambiental o el potencial deportivo de la ciudad. Los planes para convertir las calles en zonas comerciales, una apuesta vistosa con el sello Lazcoz, siguen adelante. Eso sí, por ahora no se han concretado fechas ni costes, dos cuestiones que han marcado las actuaciones en este ámbito y que prometen seguir haciéndolo al menos a corto plazo. Pero, en cualquier caso, está claro que la Vitoria del futuro apuesta por el peatón. Un camino que ahora acaba de comenzar.