Vitoria. ¿Un concierto festivo tendría éxito lejos del centro de la ciudad? Los recientes fastos de la capitalidad han dibujado un nuevo panorama en este debate, después de que 40.000 personas acudieran este fin de semana a la actuación de Melendi en Arriaga. Ya sea por el carácter gratuito del espectáculo, ya sea por el tirón del músico asturiano o bien por la excepcionalidad de celebrar los 30 años de la capitalidad de Euskadi, lo cierto es que la masiva asistencia al acto demuestra que en Vitoria puede haber vida más allá del centro.
La necesidad de que fiestas como La Blanca se extiendan a otras partes de la ciudad, y no se limiten a la zona centro, es uno de los retos insistentes que se plantean en la Casa Consistorial. Hasta el momento, según reconocen antiguos miembros de la Corporación municipal, todo intento ha sido en vano. Sin embargo, la respuesta a los eventos celebrados en Vitoria con motivo del 30 aniversario de la capitalidad merecen una relectura. El Departamento de Cultura y la Policía Municipal estimaron que Melendi movilizó a 40.000 personas en el barrio de Lakua-Arriaga y Oskorri, a otras 5.000 en la Plaza Nueva. En el propio Ayuntamiento se habían escuchado voces que dudaban de la respuesta de los ciudadanos al concierto en Arriaga, en pleno cruce de reproches con el gabinete Lazcoz por su empeño en ubicar en el entorno del parque la actuación y no en la plaza de los Fueros, terreno habitual de las actuaciones festivas.
Fuentes municipales niegan, no obstante, que la elección de Arriaga fuera un experimento para comprobar la respuesta del público. El alcalde, Patxi Lazcoz, ya afirmó en su día que se recurría a este entorno porque se esperaba una respuesta masiva, que no hubiera tenido cabida en el centro de la ciudad. Eso no quita, no obstante, para que este concierto pueda sentar un precedente para que el Ayuntamiento se plantee traslados en el futuro. Este año, por el momento, el gabinete Lazcoz ya ha confirmado que la reforma de la plaza de los Fueros se ha diseñado para que este entorno pueda seguir acogiendo los conciertos de las fiestas. Pero, en el futuro, quién sabe.