La capital alavesa, desde la llegada del tranvía y la reestructuración de las líneas de autobuses urbanos, vive una revolución en sus servicios de transporte público. El Plan de Movilidad Sostenible planta cara al abuso del coche para potenciar otros sistemas más respetuosos con el medio ambiente. Y, por el momento, los resultados responden.

En enero de este año, los urbanos de Tuvisa trasladaron a más de 972.000 personas. La cifra supone una reducción con respecto al más de un millón de usuarios registrados un año atrás, pero el crecimiento progresivo de la clientela del tranvía compensa este descenso. En conjunto, el transporte público movilizó en la capital alavesa a 1,6 millones de personas. Todo un récord.

Las instituciones por fin empiezan a presentar batalla al uso del vehículo privado. Las estadísticas que maneja el Ayuntamiento de Vitoria reflejan que, históricamente, ningún medio de transporte ha podido competir con el coche. Cuando los gasteiztarras usan un sistema que no sea caminar, se decantan por un turismo no compartido -15% de los desplazamientos-, después por el vehículo compartido -4,7%-, el autobús -2,6%-, la bicicleta -0,6%- y otros sistemas -0,6%-.

Los datos prueban el carácter minoritario de estos medios, pero también su amplio margen de crecimiento. Cuatro negocios vinculados a los patines, la bici, la moto y el coche defienden sus productos y explican qué busca su clientela a la hora de desplazarse por Vitoria. Dos de estos comercios, quizá los más revolucionarios, apenas cuentan con un año de vida, lo que demuestra que algo está cambiando en la ciudad.