Vitoria. Ha iniciado la presentación del acuerdo con el PSE asegurando que "por fin las negociaciones han llegado a su fin". ¿El acuerdo se ha hecho esperar?
El PNV siempre ha dicho que lo ideal en un municipio es que los Presupuestos arranquen el 1 de enero de cada año. Pero en el Ayuntamiento de Vitoria no se ha conseguido nunca: que el año pasado se aprobaran en febrero incluso pareció una excepción. En este caso, por nuestra parte no ha habido retraso, era el equipo de gobierno el que luego tenía que poner más o menos serenidad...
Se llegaba a hablar de que algo estaba pasando para que no se pusieran de acuerdo, porque a final de 2009 todo parecía hecho...
No, en absoluto. No ha sido difícil llegar a un acuerdo. Todas nuestras aportaciones han sido atendidas, más o menos. Van a ser unos presupuestos austeros, pero a nadie le va a faltar nada.
Austeridad sin faltar de nada. ¿Es la cuadratura del círculo?
Eran unos presupuestos complicados, porque había que meter la tijera por muchos sitios. Pero no era tan difícil apretarnos el cinturón en partidas de gasto corriente.
Un presupuesto tan austero parece augurar más de una queja...
A quienes echen en falta ciertas partidas habrá que explicarles que cada uno tiene sus prioridades. En nuestro caso, son las de los propios gasteiztarras. Yo les diría a los grupos que es fácil decir dónde se recortaría más o menos, pero de vez en cuando hay que mojarse.
¿Cómo se lleva lo de ser el socio preferente del equipo de gobierno?
Pues a veces bien y a veces peor. Somos un grupo responsable que ha apoyado los Presupuestos porque, en estos tiempos de crisis, con la que está cayendo, habría resultado muchísimo más fácil hacer como otros grupos y usar el No por el no.
¿Cree que hay margen en los Presupuestos para que se incorporen otros grupos con alguna enmienda?
Eso está en manos de los grupos. Pero hay que tener en cuenta que los Presupuestos cuadran ingresos y gastos, y nadie se apuntó al trámite más feo, que fue aprobar las ordenanzas fiscales. Sólo nosotros.