vitoria. Año nuevo, presupuesto de crisis en el Ayuntamiento. ¿Y en el caso del Casco Histórico?

El Ayuntamiento volverá a darnos lo mismo, y seguimos con muchos fondos externos: los 15 millones de euros hasta 2010 del plan Urban, de la UE, nueve millones del Gobierno Vasco del plan anti crisis más otros fondos estructurales, el PlanE... Dinero no nos va a faltar. Pero ojo. La gente se cree que la Agencia nada en la abundancia, pero a mí no me regalan el dinero. Conseguir un euro es complicadísimo y para mantenerlo hay que lucir los proyectos. Si todas las instituciones quieren invertir en el Casco es porque ven que cunde.

Ha transcurrido más de un año y medio desde que la Agencia activó el proceso de revitalización del Casco. A pie de calle, ya se notan cambios. ¿Más de los que se preveían?

Sí. Este es un proyecto de 2008 a 2014, y la idea de 2008 a 2011 era centrarnos en la mejora de la habitabilidad. En el segundo trienio se iba a impulsar la reactivación económica y cultural. Pero también se ha empezado con esto. La ocupación de lonjas vacías, por ejemplo, va como un tiro. Si ahora las tuviéramos todas en nuestro poder, podríamos darles uso inmediatamente.

Uno de los objetivos es poner el Casco a la altura del resto de la ciudad en servicios y equipamientos. Tras este periodo de tiempo, ¿empieza a cumplirse el propósito?

Queda mucho por hacer. Porque por mucho que recuperemos calles, actuemos en viviendas y habilitemos espacios públicos, hay algo pendiente que es la accesibilidad. Este plan de accesibilidad se tiene que llevar a cabo en estos próximos cuatro años, y hasta que no termine no podremos hablar de una calidad de vida a la altura del resto de la ciudad.

¿Cuándo estará preparado ese Plan de Accesibilidad?

Ha salido a concurso e inmediatamente se va a resolver. Se redactará en cuatro meses y entonces podremos saber qué actuaciones hay que hacer en los próximos cuatro años, plazos y presupuesto. Tendrá en cuenta las medidas para garantizar el acceso al Casco, el acceso dentro del Casco y eliminar las barreras arquitectónicas de los edificios. Además, para mí es muy importante que en la definición de este calendario haya una priorización de actuaciones: este mismo año habría que abordar la accesibilidad de salida del Casco por el cantón del Seminario y también al centro de salud.

Están previstas obras en dos calles y tres cantones. ¿Queda rematado así el pavimento del Casco?

Sí, pero hay que recordar que las obras de calles y cantones son más que pavimento. Son obras imprescindibles que arreglan problemas del pasado, como las canalizaciones o el tendido aéreo, y preparan las calles para el futuro, con la tecnología wifi y la fibra óptica. Además, dentro de este ámbito de mejora de las condiciones de vida de los vecinos, también es muy importante mejorar el alumbrado, recuperar espacios públicos, iniciar las unidades de ejecución pública de la vivienda, y fomentar la seguridad. No podemos quedarnos con una comisaría provisional de atención al ciudadano.

La comisaría provisional ha despertado críticas de algunos vecinos. Si fuera definitiva...

Yo muchas veces me planteo a qué sectores puede molestar una comisaría. Y concluyo que les molesta a los que infringen la ley. No me sale un segundo grupo.

¿A los que no les gustaban las rampas, por ejemplo?

Las rampas podían no gustar a algunas personas, pero se ha visto que eran necesarias y las personas mayores y con dificultades de movimiento las utilizan muchísimo. En el caso de la comisaría, yo no hablo de una comisaría de atención ciudadana y que esté en el centro del Casco. Me gustaría que estuviera en los límites del Casco Viejo, y que fuera una gran comisaría central de Vitoria. La idea del Ayuntamiento va en esa línea, por la zona de Aldabe. Muchísimos vecinos demandan una presencia policial que a la gente le dé seguridad. Hay que prevenir y disuadir, y dar un servicio que haga que la gente vaya al Casco a hacer trámites.

Un buen alumbrado también contribuye a mejorar la seguridad, pero el de ahora deja mucho que desear. ¿Cuándo arranca el ensayo piloto?

Muy pronto. Lo importante es que la auditoría de alumbrado que se ha hecho en la ciudad va a aplicarse en primer lugar en el Casco. Esto y otras cosas, como la presencia de actos culturales en la colina o la implantación del semillero de empresas, demuestran que hay un cambio. La época en que los marrones eran para el Casco queda ya muy lejos.

Se arreglan las calles, se iluminan... Pero un vecino sale de casa un domingo por la mañana y encuentra el portal lleno de orines.

El asunto de la limpieza no es competencia directa de la Agencia, pero el tema de la suciedad va muy relacionado con el tipo de hostelería. Y en lo que podemos trabajar es en establecer las condiciones para que esa hostelería vaya cambiando. Los empresarios que ahora se instalan en el Casco apuestan por una hostelería de día, de calidad. No vamos a prohibir que trabajen de noche y saquen su rendimiento, pero garantizando la seguridad, la limpieza...

¿Qué tal la relación con los bares que se resisten a cambiar el chip?

Tenemos una buena relación con los hosteleros y estamos trabajando para que cuando salga la nueva normativa de hostelería haya una ordenanza específica para el Casco Viejo. En cualquier caso, no es bueno que haya locales cerrados durante la semana, porque eso va contra el espíritu de la reactivación. Y tampoco es bueno que se incumplan los horarios de cierre. Yo no voy a montar una manifestación si se me pasa la OTA y me ponen una multa, así que no es de recibo que unos piensen que pueden pasarse de la raya. Nosotros no vamos a exigir a un hostelero que madrugue, pero primaremos al que ayude al barrio. Y también primaremos el derecho al descanso.

Son muchos los espacios públicos que se han comenzado a recuperar. ¿Los Arquillos y la Balconada están dando el do de pecho?

Las obras de rehabilitación han sido profundas, pero además han supuesto una puesta en valor como espacio público. Desde que pusimos la exposición de las fiestas de La Blanca, está pasando mucha gente.

¿Y qué calles del Casco Viejo se están haciendo especialmente atractivas?

Ahora mismo, mucha gente se está acercando al Casco por la Cuchi y la Corre. La Zapa y la Herre van a ser importantes. La Pinto presenta unas posibilidades enormes: tiene mucho atractivo por su conformación, se enmarca en el itinerario Artium-Bibat-Catedral-Centro de los Oficios-Escuela de Teatro... Y hay hosteleros de la ciudad que han comprado locales allí. De momento están en stand by, pero algún día acogerán proyectos de calidad. Lo más importante de todo es que ha quedado claro que la gente estaba esperando un chispazo, quería recuperar el Casco para sus vidas, volver a sus raíces. Se nota mucho en la Cuchi. Esta calle ha tenido una transformación fundamental, con una docena de actividades nuevas. Había que facilitar el chispazo y se está produciendo en el sentido emocional y en el sentido de la apuesta por el Casco. El 60% de las lonjas vacías ya está en funcionamiento.

¿Jamás se hubieran imaginado el aluvión de demandas para implantar negocios en el Casco Viejo?

No. Y cada vez es mayor. Pero es que realmente tenía que ser así. Lo que no tenía sentido es que la ciudad viviera a las espaldas del Casco.

De momento, se están instalando pequeños comercios, ¿pero hay propuestas de grandes franquicias?

Es muy importante fijar el mix. Ahora mismo, el 60% de los locales son de comercio, el 25% de servicios profesionales y culturales, y el 15% de ocio y hostelería. No obstante, también es muy interesante tener tres o cuatro entidades de tirón. Y creo que vamos a poder elegir, porque hay mucho interés por parte de empresas de Euskadi y de fuera. La idea es que estén en zonas de conexión con el Ensanche, como en la Cuesta de San Francisco.

¿Se baraja que cada calle tenga su especialización comercial?

Hace un año decíamos: "el que venga, bienvenido". Pero ahora estamos trabajando sobre esa base. Correría tiene una vocación clara de hostelería de calidad, de cine y comunicación. Zapatería y Herrería seguirán el mismo camino. Por cierto, en relación con la implantación de actividad, va a ser muy importante cómo se regule la circulación. Creo que hay que elegir tres o cuatro tramos del Casco para su peatonalización. Se ha demostrado en muchos lugares que la peatonalización da mucha vida. Estoy pensando en San Vicente de Paúl y su entorno... .

Peatonalizar calles está muy bien, pero habrá que dar también una solución a quienes tienen coche. ¿Cómo va el proyecto de El Campillo, ese mix de parking, centro sociocultural y gran plaza pública?

En El Campillo hay muchas cosas en juego: si se puede hacer todo lo que ha comentado, si es viable o no, qué coste tiene para las arcas, cómo se puede incluir el Gasteiz Antzokia... En 2010 se tomará la decisión definitiva, con un proyecto global.

Comprar, pasear y comer en el Casco está garantizado. ¿Y pernoctar?

Se nos han planteado cuatro o cinco proyectos interesantes de cadenas hoteleras potentes, pero con la crisis están en stand by. Y también hay proyectos de hotelitos con encanto. Este puzzle es difícil de encajar: hay que buscar edificios, las obras son grandes... Lo interesante es que quienes entraran abordaran el proceso de restauración física. Para el turismo sería un asunto atractivo.

¿Qué hay de lo que los peatones no ven, los caños medievales?

Ya tenemos el estudio sociourbanístico de los caños que hay que intervenir. Este lunes presentamos el primero, en Pintorería. Ofrece una imagen muy bonita de limpieza, pintura, hierbas aromáticas...