La confianza en la era digital: solvencia, gestión del dato y experiencia cliente
Cerca del 70% de los clientes de Kutxabank están ya activos en su banca móvil y digital
“El concepto de confianza ha evolucionado, desde lo institucional a una confianza más experiencial”. Así explica Belén Garay, directora de Digitalización de Kutxabank, la transformación que se vive en este ámbito, en un contexto de incertidumbre social, geopolítica y económica y de revolución digital en la que los ciudadanos no asocian ya la confianza a un concepto de promesa de que todo irá bien, sino que cada vez está más asociado al concepto de protección y de seguridad. De que estarás ahí cuando lo necesite.
Hasta ahora -explica Garay- la confianza se heredaba, bien por disponer de una marca reconocida o una larga trayectoria en el mercado. Ahora, se experimenta. La fidelidad se consigue en cada punto de interacción con el cliente o el ciudadano y, en este contexto, ganan relevancia factores como la usabilidad de los canales digitales, el contacto ágil y la capacidad de resolución.
En el sector financiero, la confianza ha pasado de asociarse a la estabilidad financiera y la solidez institucional a centrarse en un modelo más dinámico que pone el foco en la experiencia, los datos y la propuesta personalizada de soluciones de valor. En definitiva, se gana con las experiencias positivas en las funcionalidades diarias -lo que se denomina el daily banking- que refuerzan la percepción de un banco confiable y competente.
En la era digital, el concepto se ha resignificado: ahora valoramos la confianza en un banco en términos de solvencia financiera, pero sobre todo en la gestión que hacen de los datos para ofrecer servicios personalizados que respondan a las necesidades específicas de cada cliente, aportando así una experiencia más relevante y de mayor valor. “Uno de los puntos críticos donde generar confianza se encuentra en la gestión de la información y la experiencia de usuario. Los clientes exigen transparencia y el exceso de información técnica o legal confunde. La clave está simplificar la complejidad y en proporcionar claridad y un proceso ágil en cada interacción, operación o punto de relación. De esta forma, los clientes satisfechos que nos perciben como confiables están más dispuestos a realizar operaciones de mayor valor añadido”, apunta la directora de Digitalización de Kutxabank. En este contexto, destaca la creciente contratación digital: el 95% de las hipotecas gestionadas por la entidad se realizan en algún momento por canales digitales; el 87% del crédito al consumo; y el 71% de los productos de previsión. Y un 67% de los clientes del banco están activos en banca digital.
Más digitales y también más humanos
Ante este panorama, los bancos -como es el caso de Kutxabank- avanzan con inversiones y una clara estrategia de posicionamiento para convertirse en aliados en la toma de decisiones vitales y profesionales de sus clientes: “hemos dejado de ser un servicio instrumental a un compañero vital, que aporta confianza y un gran valor y demostrar fiabilidad en cada gesto o paso de ese camino es clave”.
Este acompañamiento requiere del despliegue de una estrategia omnicanal con clientes y ciudadanos, que combine la extraordinaria agilidad de los canales digitales con el conocimiento y el expertise de un experto gestor.
“La atención personal es nuestra seña de identidad y es muy apreciada”, apunta Garay. Y esa cercanía y la posibilidad del contacto humano son también muy valoradas en la experiencia digital. “El desafío está en ofrecer una banca digital más humana y accesible al mismo tiempo, que transmita seguridad y la tranquilidad emocional de que todo está bajo control”. En definitiva, resolución, disponibilidad y acompañamiento. En cuestión de confianza y de compromiso a largo plazo, lo tradicional no está reñido con la tecnología. Y su perfecta combinación representa una ventaja frente a nuevas generaciones de bancos.
Conocer y diseñar en base a las necesidades reales del cliente
Para proporcionar una mejor experiencia digital, Kutxabank avanza en tres grandes frentes: la usabilidad de los canales digitales, la gestión de la información y el cuidado del lenguaje y un mayor conocimiento de los usuarios, a través de novedosos procesos de participación para conocer el contexto y los comportamientos de los usuarios y diseñar en base a sus necesidades reales. “Hemos incorporado el diseño UX/UI a nuestro día a día con el objetivo de sofisticar la experiencia (UX) y la interacción (UI) de los usuarios en los canales digitales y hemos reforzado nuestras capacidades con perfiles especialistas y con un equipo específico destinado a negocio y experiencia digital”, explica la directora de Digitalización de Kutxabank.
Kutxabank se mantiene como el banco más solvente del sistema financiero español
Estos planes están alineados con el Plan Estratégico Benetan 2025-2027, que el grupo financiero está desplegando en tres ejes principales: el cliente, las personas y la transformación digital. El plan prevé un crecimiento de nuevos clientes y una inversión en digitalización superior a 620 millones de euros, un 78% superior a la destinada en el Plan Estratégico 2022-2024. Con ello, se reforzará un modelo digital con sus clientes, mejorará los procesos y la eficiencia y apostará por modelos avanzados de datos e Inteligencia Artificial (IA) al servicio del negocio y el cliente.
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