El tejido industrial alavés presenta fortalezas que es necesario potenciar. ¿En qué momento se encuentra un sector que tiene un gran peso dentro de la economía del territorio?
–Álava es un territorio eminentemente industrial, el más industrial porcentualmente de la CAV. Es un territorio que además ha avanzado de manera muy importante en los últimos años en su descarbonización y en su digitalización. Sin embargo, nos enfrentamos a nivel mundial a un momento de transformación y de cambio y de la capacidad que tenga nuestra industria y tejido productivo de afrontarlos, dependerá el futuro de nuestro territorio.
¿En qué ámbito está Álava mejor colocada para salir airosa de este momento de transformación?
–Durante los últimos años, nuestras empresas han hecho un esfuerzo extraordinario por avanzar en innovación, digitalización y descarbonización. Lo han hecho todos los sectores y, entre ellos, el más importante por volumen, el de la automoción. De la mano de la Administración, especialmente de la Diputación Foral de Álava, también se ha producido un avance significativo en la diversificación de nuestra actividad económica instalándose en nuestro territorio actividades vinculadas con la biociencia, la farmacia o el mundo de los datos. Estos avances nos colocan en una muy buena situación en este momento de transformación económica, pero es necesario seguir trabajando, avanzando para hacer frente a los grandes retos que tiene nuestra actividad económica. Además de la innovación, la digitalización y la descarbonización, debemos insistir en la captación y el mantenimiento de talento y en el impulso a las energías renovables.
Estos últimos cuatro años, ¿cuáles han sido los obstáculos más importantes a los que ha tenido que enfrentarse Álava y que le han impedido avanzar como le hubiera gustado?
–Fundamentalmente la pandemia, que nos obligó a todos, administraciones y empresas, a reorientar nuestras prioridades y nuestros esfuerzos. Y nos tuvimos que dedicar a las necesidades más urgentes, a ayudar a las familias y las empresas, dejando para más adelante algunos proyectos. No obstante, la recuperación de nuestra economía ha sido rápida, hasta el punto de que tenemos mas personas afiliadas a la seguridad social que nunca y nuestro desempleo es de aproximadamente del 7%.
¿Y de qué manera ha afectado la invasión de Ucrania y sus consecuencias?
–Efectivamente, ésta fue la segunda dificultad añadida que no esperábamos en la pasada legislatura. Ha habido empresas que han sufrido y están sufriendo verdaderas dificultades para conseguir mantener su actividad productiva dada la escasez de materias primas, su alto precio o las dificultades en algunos mercados. Sin embargo, han sido capaces de buscar otros mercados y adaptarse a la nueva situación. Para la Administración también ha supuesto un verdadero reto porque hemos tenido que ayudar de formar importante a los sectores que tenían mayores dificultades, también a las familias y a las empresas de los sectores más afectados.
¿Dónde se encuentra Álava en materia de sostenibilidad?
–Álava es un territorio comprometido con la sostenibilidad. Hay una amplísima mayoría social absolutamente comprometida con la sostenibilidad y con el futuro del territorio, que es consciente de que la fortaleza y riqueza de Álava dependen en gran medida de nuestra capacidad para seguir teniendo una gran fortaleza industrial, pero que esa industria tiene que ser descarbonizada y sostenible.
En este sentido, ¿qué apoyo que tienen los proyectos de energías renovables?
–También muy mayoritario. Sin energías renovables, no hay industria descarbonizada ni futuro para el territorio. Y creo que esto lo comparte una mayoría social en Álava muy amplia. Es cierto que hay oposición a algunos proyectos, pero esta es muy minoritaria y obedece fundamentalmente a una motivación política.
¿Es posible un acuerdo político amplio en torno a las energías renovables?
–Creo que siempre habrá quienes se opongan a todo, pero son los menos. Siempre habrá populistas que aprovechan la oposición a cualquier proyecto para intentar sacar rédito, pero también quiero creer que serán los menos. Tengo la esperanza de que la mayoría de las formaciones políticas avanzaremos hacia un acuerdo amplio que nos permita impulsar el desarrollo de las energías renovables porque son absolutamente fundamentales para el futuro del territorio. Tenemos que ser conscientes que, por ejemplo, el proyecto Basque Volt, de fábrica de baterías, necesita de la generación de energía renovable para ser viable. Si queremos seguir siendo un territorio avanzado y con alta calidad de vida, tenemos que impulsar la generación intensiva de energía renovable y hacerlo con respeto exquisito a la legalidad ambiental. Es lo que estamos haciendo desde las instituciones.
¿Cuáles son los retos específicos a los que se enfrenta Álava en su búsqueda global del desarrollo sostenible?
–Son los retos propios de su propia realidad. Somos un territorio industrial, verde y con una gran cohesión social. El futuro de Álava pasa por mantener estos tres elementos y hacerlo de forma armónica. Tenemos que ser capaces de seguir avanzando en nuestro desarrollo industrial y al mismo tiempo mantener el carácter de territorio verde y cohesionado social y territorialmente. Todo ello exige un liderazgo político e institucional y también exige trasladar a la sociedad la importancia de mantener políticas claras que avancen en estos tres retos.
¿Qué mensaje manda a los alaveses y alavesas para apoyar e impulsar la sostenibilidad?
–La sostenibilidad depende de todos y todas. No es una labor exclusiva de la Administración. Tampoco es una labor exclusiva de las grandes empresas. Es un trabajo que nos compete a todos y todas. Y cada gesto diario que hacemos tiene que estar llamado a defender esa sostenibilidad. Yo estoy convencido de que es una gran oportunidad para Álava y estamos muy bien posicionados para ser un territorio referente en sostenibilidad. Si somos capaces de avanzar todos juntos y juntas, el futuro de Álava será un gran futuro. n