Este sector ancestral es al que desde hace décadas se dedican en Sainsa y más concretamente a la extracción de roca de entornos naturales como parte de ese desempeño del sector primario de nuestra economía.
Su labor consiste en la extracción de roca, seguida de su transformación en función de las necesidades de sus clientes y la posterior venta de esos productos que nacieron como elemento natural. El destino de los mismos es muy variado, desde servir para el asfaltado de carreteras como para elaborar hormigón o para todo tipo de proyectos tanto de edificación como de obra civil principalmente. El mercado con el que trabajan es un mercado de cercanía y proximidad ya que el producto tiene poco valor económico, pero no así el transporte que sería muy caro si se llevase a centenares de kilómetros de distancia de la cantera de la que se extrae. Lo que sí llega a otras zonas del país e incluso a muchos países del ámbito europeo es el resultado de su trabajo.
Actualmente cuentan con dos explotaciones mineras en el territorio alavés y en provincias limítrofes localizadas en Trespuentes y Villarcayo, y a las que desde hace algo más de un año no acompaña el que fue uno de los grandes nombres de la compañía alavesa, como es el caso de la cantera de Laminoria que tantas alegrías les dio como empresa, además de ser la mayor explotación a cielo abierto de Euskadi para extraer una arena de sílice de extraordinaria calidad.
Gracias a ella recibieron hace un lustro el primer premio de restauración en España de un espacio de sus características para poder volver a dotarlo de valor social y medioambiental como nos cuenta el asesor jurídico de Sainsa, Pedro Gozalo. Un reconocimiento a sus buenas prácticas medioambientales en un entorno en el que ahora se puede ver el verde de la vegetación tras su recuperación y regeneración exitosa.
Una actividad con esencia ancestral
Como era de esperar, todo el trabajo (sobre todo en sus primeras fases) podríamos decir que se hace de forma casi artesanal ya que la extracción de esa roca y esa piedra caliza se hace por medio de voladuras. Algo que no ha cambiado desde sus comienzos, por lo que en este sentido resulta algo complicado dar algún que otro paso en pro de la innovación. Pero, no así en el resto de la cadena de valor y de vida útil de ese material natural. “Diciéndolo claramente, nosotros a lo que nos dedicamos es a vender piedras y si para obtenerla no se suele usar tecnología, no es el caso para el resto del proceso de transformación o el transporte”, recuerda Gozalo que asegura que esos cambios al siglo XXI les han permitido adecuar sus necesidades y las demandas de sus clientes a nuevos mercados y segmentos como es el caso de la industria química, la papelera, la ganadera e incluso de la alimentación. Sí, en estos ámbitos también se emplea la piedra caliza que se saca de esas canteras alavesas.
Una piedra que destaca, en suelo vasco, por una calidad y una pureza tal que la hace casi perfecta y muy competente para usar de forma directa sin casi transformarla en toda suerte de proyectos de obra civil y de edificación.
El segundo recurso natural más empleado por el hombre
La naturaleza es la esencia de una empresa como Sainsa, ya que su materia prima procede directamente de la tierra y esto hace que valores como el compromiso medioambiental y la sostenibilidad vayan de la mano; y no de un modo casual. No obstante, en este punto, los responsables de la empresa lamentan “la idea y la concepción un tanto distorsionada que buena parte de la sociedad tiene de lo que se hace en un sector como la minería y de cuál es nuestra realidad y nuestro peso en la economía de un territorio”, recuerda Pedro Gozalo que habla de sostenibilidad como el camino que vertebra tanto el discurso como la labor de Sainsa.
“Somos la única actividad industrial de todo el país que garantizamos la recuperación del entorno que hemos usado para nuestro trabajo. Es más, esa recuperación tiene una garantía económica y si por nuestra parte no se lleva a cabo, las instituciones públicas tienen la potestad y la obligación de llevarla a cabo sufragándola con nuestro dinero”, explican desde Sainsa que ponen como ejemplo la labor llevada a cabo en las canteras de Murua donde se ha recuperado el espacio para dar vida a un entorno para el ocio familiar y natural.
Por ello, insisten en seguir haciendo una labor de concienciación social en este sentido (uno de sus retos para el año próximo) reforzando la idea de la importancia del sector de la minería como una actividad económica clave en la sociedad. No en vano, “el árido calizo es tras el agua el recurso natural más usado por el hombre”, como nos descubre el asesor jurídico de la minería alavesa. “Queremos que nos vean como realmente somos, un sector necesario para la subsistencia de una sociedad y con un respeto a todo lo que sea el entorno social y medioambiental de la misma”, concluye Gozalo.