La Comisión Europea (CE) y la Presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea (UE) explorarán todas las opciones posibles para sortear el veto de Hungría y Polonia al plan de recuperación europeo, lo que podría pasar por poner en marcha el Fondo de Reconstrucción sin estos dos países.

"Tenemos que trabajar intensamente y explorar todas las opciones posibles para asegurar que avanzamos porque estamos en una profunda crisis económica, de modo que este dinero es muy necesario", dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en una rueda de prensa tras una reunión telemática de ministros de Economía y Finanzas comunitarios.

El político letón destacó que 25 de los 27 países de la UE están de acuerdo con condicionar las ayudas del próximo presupuesto comunitario 2021-2027 y del Fondo de Recuperación al Estado de Derecho, mientras que solo dos tienen reservas.

Hungría y Polonia, expedientadas por sus problemas con el Estado de Derecho, mantienen desde hace días bloqueado el acuerdo sobre el paquete de recuperación (1,8 billones de euros en total) por su rechazo al mecanismo que permitirá suspender fondos a los países que no respeten esos principios.

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE y lidera las conversaciones para sortear el veto, dijo que "a pesar de las dificultades" harán todo lo posible para evitar tener que debatir sobre un "plan B".

Scholz, quien se mostró "seguro" de que podrán tener un acuerdo "pronto", insistió en que todos los Estados se beneficiarán del plan de recuperación y en que la UE da una "importancia primordial del Estado de Derecho" y, por tanto, tendrán que conjugarse ambos elementos.

"Habrá que llegar a resolver esto. Los preparativos están en marcha y no creo que nadie sea tan insensato como para impedir un acuerdo", dijo.

Si Hungría y Polonia mantienen su veto, la UE tendría opciones para sacar adelante el Fondo de Recuperación sin ellos, aunque de momento las instituciones no mencionan en público ninguna de ellas.

Una sería utilizar el mecanismo de cooperación reforzada, que permite aprobar iniciativas con el apoyo de un mínimo de diez países y se ha usado, por ejemplo, para crear la nueva Fiscalía europea.

Otra consistiría en convertirlo una estructura intergubernamental entre los países que deseen participar aunque este modelo sería, a priori, más complicado.

Esta es la estructura con la que se estableció el Mecanismo de Estabilidad de la Eurozona (MEDE), el fondo de rescate de la eurozona en el que participan solo los 19 países que comparten la moneda única.

El bloqueo de Budapest y Varsovia amenaza con retrasar la entrada en vigor del paquete de recuperación más allá del 1 de enero de 2021.

De hecho, aún sin este veto, Bruselas ya prevé que las ayudas del Fondo de Recuperación no lleguen a los países hasta mediados del año próximo debido a que, una vez aprobado el acuerdo, éste debe ser ratificado por varios Parlamentos nacionales en un proceso que puede llevar varios meses.