Viena - El canciller Sebastian Kurz no sólo ha impuesto una política económica neoliberal, sino que mantiene las duras políticas contra los extranjeros pactadas con los ultras en la pasada legislatura.

Destaca la detención preventiva de solicitantes de asilo considerados peligrosos, incluso antes de cometer delitos, o la ampliación de la prohibición del velo musulmán en las escuelas. A cambio, Los Verdes han introducido medidas contra el cambio climático, especialmente relacionadas con el transporte, y para garantizar un mayor control y transparencia en la administración.

Kogler, que ocupará la vicecancillería del Gobierno y la cartera de Deportes, Servicio Público, Arte y Cultura, ha defendido el pacto negociado como un proyecto “pionero”. “Desde Europa nos miran”, declaró, al considerar que este experimento puede ser un precedente para otros países.

En ese sentido, el presidente del Partido Popular europeo, Donald Tusk, ha dicho que este acuerdo es una directriz para los conservadores porque la protección del planeta “es para los cristianos el undécimo mandamiento”.

En el nuevo Ejecutivo hay por primera vez más mujeres que hombres, seis del ÖVP y tres de los Verdes. La diferencia de apoyo electoral también está reflejada en el reparto de carteras: diez de los catorce ministerios, entre ellos Finanzas, Exteriores, Interior y Defensa, son para el ÖVP.

Entre los ministros populares destaca el titular de Finanzas, Gernot Blümel, un estrecho aliado de Kurz, así como el de Exteriores, Alexander Schallenberg, el único ministro que proviene del gobierno de expertos del último semestre. - Efe