Pedro María Ruiz Jiménez, detenido por el asesinato de su cuñada María Pilar Berrio en Murchante a principios de julio de este año, se encuentra desde hace semanas en la prisión de León tras haber sido trasladado de la cárcel de Martutene (San Sebastián) para evitar posibles represalias de otros internos.

Ruiz Jiménez había ingresado en dicha prisión el 10 de julio tras haber sido detenido dos días antes en el barrio de donostiarra de Gros por agentes de la Ertzaintza. Al parecer, el hombre de 41 años se encontraba en una peluquería cortándose el pelo para intentar modificar su apariencia. Permaneció fugado durante 33 horas.

María Pilar Berrio, originaria de Vitoria, fue acuchillada sobre las 10.24 horas del 6 de julio en el interior de su turismo, a la altura del kilómetro 4,6 de la carretera NA-6840, en las proximidades del campo de fútbol de Murchante. Al parecer, su agresor la echó de la carretera tras golpearle con su turismo y la obligó a detenerse fuera de la calzada, para acercarse a ella y herirla fatalmente con un arma blanca en el cuello. El crimen fue perpetrado en presencia de los dos hijos menores de edad de la víctima, de 5 y 9 años, que viajaban con ella en un coche Opel Vectra.

Este crimen causó gran conmoción en la comunidad navarra. "En un población de 4.134 habitantes la noticia ha caído como un mazazo. Los niños lo estaban pasando mal y esta noticia es un jarro de agua fría", dijo entonces el alcalde de Murchante Luis Sancho. Más de 500 personas se concentraron en la localidad días después para rendir homenaje a Berrio. El Ayuntamiento, en un pleno extraordinario, decretó tres días de luto.