Un "ertzaina fuera de servicio" dio la voz de alarma sobre la presencia en el barrio donostiarra de Gros de Pedro María R.J., el supuesto asesino de María Pilar Berrio en Murchante, con quien, "al parecer, mantenía una relación sentimental", según ha explicado esta mañana el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, en una entrevista en Radio Euskadi.

Según explicó el también vicelehendakari, el ertzaina vio cómo el ya detenido salía de un bar donde había consumido un pintxo y un whisky. Al reconocerlo, avisó a sus compañeros y comenzó el dispositivo que permitió su detención, 33 horas después del crimen.

Erkoreka calificó de "gran noticia" el arresto de este hombre, de 41 años y con antecedentes delictivos, en una operación en la que destacó la "cooperación efectiva" entre la Ertzaintza y la Policía Foral para evitar que el fugado lograra acceder a la "red de acogida que le permitiera desaparecer y huir" tras transformar su aspecto en la peluquería en cuyas cercanías fue arrestado.

"Con el cambio de imagen habría sido muy difícil localizarlo", ha reconocido Erkoreka, quien aseguró que el asesinato se produjo en unas "circunstancias repugnates" y que de confirmarse la relación entre ambos, estaríamos hablando "de violencia de género".