El brote de Mallorca, asociado a viajes estudiantiles y fiestas, y el hecho de que España haya pasado el primer fin de semana de julio con un aumento generalizado de contagios entre jóvenes, significa para el epidemiólogo Juan Gestal que los chicos “ya no aguantan más” y que hay que priorizar su vacunación.

El catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago, que acaba de publicar Pandemias. Las epidemias que asolaron la humanidad, sostiene que la realidad es que la pandemia de covid-19 “no ha terminado, ni mucho menos”. “El brote de Mallorca tiene algo positivo y es que nos pone en la realidad cuando ya estábamos empezando a dar pasos como el abandono de las mascarillas en el exterior”, añade, y dice que se hace evidente además la necesidad de facilitar “pronto” a las generaciones de jóvenes “los contactos interpersonales”.

Gestal, que en las 600 páginas de su libro cuenta que la situación provocada por esta crisis sanitaria en el planeta puede resultar algo insólito, “aunque nada más lejos de la realidad”, apunta que “si queremos normalizar la situación y continuar avanzando hacia la inmunidad de grupo, tenemos que priorizar la vacunación de 12 a 30 años”.

Ello permitirá, defiende, “disminuir de nuevo la incidencia, evitar el contagio de vulnerables y que se sobrecarguen de nuevo los hospitales”. También “normalizar” la situación permitiendo abrir con otra perspectiva la hostelería y el turismo, y en especial el ocio nocturno, un sector especialmente dañado “que no puede trabajar con seguridad” si sus principales usuarios todavía “no están inmunizados”.

La vacunación de este grupo etario posibilitaría además, a juicio de este doctor, abrir en septiembre con mayor normalidad las aulas, tanto en Secundaria, como en Bachillerato, y, cómo no, en la propia Universidad.

“Los jóvenes son muy importantes en la difusión de la infección por su mayor interacción social y descuido en el cumplimiento de las normas de prevención y, aunque directamente no llenan los hospitales, pueden facilitar el contagio de personas vulnerables que sí van a ingresar y que pueden morir”, observa Gestal.

“Hemos convivido con la enfermedad desde el principio de los tiempos y han sido muchas las crisis sanitarias que han asolado al planeta hasta llegar a la actual”, ahonda.

Las epidemias y pandemias, narra en su obra, han sido recurrentes y probablemente la mayor diferencia esté en el desarrollo científico y médico que en 2020 y 2021 ha permitido afrontar la enfermedad desde perspectivas “nunca imaginadas”. Por ello, cree Gestal, se hace más necesario que nunca reivindicar el papel de la investigación y el de las ramas sanitarias. “El nivel de progreso tecnológico actual supone una esperanza sin precedentes para la humanidad en el ámbito de la salud”, asegura.

Hasta la pandemia de covid-19 han sido muchas las sufridas. El libro hace un repaso por las principales. La peste de Justiniano, que afectó a buena parte de Europa, África y Asia entre los años 541 y 750, se considera la primera pandemia de peste documentada de toda la historia. A partir de ahí relata Gestal la lucha contra la viruela, el cólera, la gripe, la poliomielitis, el sida, el mal de las vacas locas, el ébola han sido las más destacadas.

“Habrá más pandemias, viviremos antes o después nuevas enfermedades infecciosas muy contagiosas cuyo control supondrá un reto y un enorme desafío”, concluye Gestal, y advierte de que si algo hay que aprender de la situación presente es la urgencia de apartar los individualismos para trabajar de forma conjunta en una estrategia común a nivel salud. Es su receta “para contener las consecuencias de futuros brotes”.

“Si algo ha quedado claro es que no existe primer ni tercer mundo, no existen compartimentos estancos en los que aislar las enfermedades. La salud es global o no hay salud, y así lo ha evidenciado el covid”, concluye.

“Si algo está claro es que no existe primer ni tercer mundo; la salud es global o no hay salud”

Epidemiólogo